Entre mis amigos de la diáspora, hay dos que son vehementes y apasionados en la promoción y defensa de las causas que abrazan. Cada cual a su estilo. Mi compadre Ramón Francisco Mercedes, radicado hace ya varios años en Nueva York, y Homero Luciano, abogado y echando raíces en Kissimee, cerca de Orlando, tienen en común que son hiperactivos, armadores incesantes de iniciativas por resaltar el rol y la valía de nuestros compatriotas que han dejado las fronteras nacionales y que, buscando realizar esos sueños nacionalistas del que aún lejos sigue en la Patria, no paran mientes para impulsar acciones que evidencian cuanto quieren todo lo que es nuestro y nos representa.

Es probable que no se conozcan personalmente y tal vez siquiera se hayan saludado, pero los une el propósito de hacer fuerte la dominicanidad en el exterior. Mercedes es un consumado activista comunal y político desde el Alto Manhattan mientras Luciano presta y busca asistencia desde Florida para compatriotas que lo necesitan, ha creado la Organización Latinoamericana de Asistencia Social y ahora está empeñado en el montaje de una reunión cumbre para que entidades, personalidades y los diputados de ultramar electos en mayo último se compenetren en esfuerzo común para acciones de conjunto por nuestra gente que se ha radicado al otro lado del océano. Llegue nuestro aliento a la incesante labor de ambos…

A la orden del día

Por más prédica de transparencia y avances de la lucha contra la corrupción, las indelicadezas están a la orden del día en diferentes estratos y niveles, por la enraizada creencia de ejecutivos y subalternos de que se llega a un cargo para tener las puertas abiertas “para hacerse”. Observen que no le doy apellido al escenario de estas acciones repetitivas, porque no es verdad que solo en el Estado hay corrupción y prevaricación. Es más, tal vez en el sector privado haya gente más diestra y maleada en esos menesteres que en las oficinas públicas. Con o sin quizás…

La cotidianidad de eso que ahora llaman con cierto eufemismo la diáspora, es decir, las comunidades de dominicanos que han emigrado a otras latitudes, está llena de conjeturas y especulaciones. Una buena parte de nuestros compatriotas que cruzan el océano gozan un mundo poniendo a circular y/o creyendo rumores sobre las situaciones y realidad de su país, a veces producto únicamente de sus presunciones. Y se lo gozan más todavía cuando esas versiones y/o inventos adquieren la condición de creíbles. Por ejemplo, fuera del territorio nacional ya está completito el gabinete de Danilo Medina a partir del próximo día 16. Y, dependiendo del interés o voluntad de quien(es) ponga(n) a circular “la bola”, están identificados los integrantes del equipo de colaboradores con que El Titán de Bronce arrancaría su gestión. Mientras tanto, la realidad es que aquí en el patio, parece que ni Candy, la futura Primera Dama, conoce todavía a quiénes llamará Danilo a acompañarles desde los ministerios, direcciones generales, superintendencia y administraciones de entidades públicas. Esos rumores son ya como un deporte con muchos aficionados…

Carlos Gómez

Otro ejemplo: En Nueva York y sus alrededores circula desde ayer la versión de que el empresario Carlos Gómez, quien fuera candidato a diputado de ultramar por el PRSC en los comicios de mayo pasado, dizque se juramentará en el PRD, específicamente bajo la sombrilla de la institucionalidad que encabeza Miguel Vargas Maldonado. La versión corre de boca en boca en la ciudad de los rascacielos y hasta se habla de que se estaría ya preparando un acto para recibir por todo lo alto a Gómez en el partido blanco, quien habría rechazado –siempre según esas versiones- la presidencia de la filial del PRSC.

Llegada a mí esa versión, contacté anoche a Gómez a través de un mutuo amigo y me hizo saber que eso no es cierto, que esa información carece de veracidad, que no hay conversación alguna en ese sentido. Vaya usted a saber…