El dilema cambiario

El tema cambiario es lo que más se parece al contenido del refrán de que todo es según el color con que se miren las cosas. La tasa de cambio beneficia y afecta en todas las posiciones en que se encuentre, pero en la estabilidad el beneficio es colectivo, incluyendo a los sectores que quieren los extremos. Una tasa alta le conviene a exportadores, zonas francas, turismo y hasta a los receptores de remesas. Pero perjudica a los importadores, al Gobierno porque le encarece la deuda externa, y a los consumidores porque presiona los precios. Lo ideal es que el precio del dólar lo determine el mercado, libre de injerencias. Pero del dicho al hecho hay un buen trecho.