El PRSC se encuentra en un tremendo dilema en cuanto a su participación en las próximas elecciones. La cúpula de ese partido deberá tomar pronto una decisión, consciente de que cualquiera que sea, una buena parte de la dirigencia y la militancia no estará de acuerdo. Y eso no sería problema en una institución donde exista lo que se llama “espíritu de cuerpo”. Pero sucede que, hasta prueba en contrario, de eso ya no queda en el partido rojo. Lo que se teme es que ocurra lo de siempre. Por lo menos, lo que ha pasado tras la muerte de Joaquín Balaguer, el único que aglutinaba las fuerzas coloradas. Tras el deceso del líder, en cada proceso electoral, cada reformista decide a quién apoya, sin importar la decisión que se haya tomado a nivel institucional.
Las opciones
Los reformistas tienen varias opciones, y cada una de ellas tiene sus riesgos y sus ventajas. Lo de ir solo ha sido una aspiración de muchos miembros del PRSC, pero a estas alturas debe ser la vía menos popular. Si fuera por motivos ideológicos, la opción natural sería integrarse al denominado Polo Patriótico, junto a la FNP. Pero a la ideología hace mucho que se la tragó el pragmatismo. Quedan dos alternativas: Unirse al PRM o integrarse al bloque oficialista. Desde afuera, se apuesta a que escogerá la segunda opción…
PRM o PLD
Desde el punto de vista electoral, al PRSC le convendría la alianza con el PRM. Por ese lado podría obtener más votos que en un frente oficialista, donde la votación se dividiría en casi una veintena de partidos. Pero el partido morado puede dar cargos en el Gobierno desde ahora y la oposición solo puede dar candidaturas. Sería como elegir entre “camino real y vereda”…
