Hoy, lo mismo que mañana, será un día clave para Dwight Howard y los Magic de Orlando. Mañana, a las 3:00 de la tarde, vence el plazo para que los equipos de la NBA puedan intercambiar jugadores y para mí que Orlando se arriesgará con retener a Howard, al menos por lo que resta de temporada.
Incluso a sabiendas de que anoche corrió el rumor de que iba ser cambiado a los Nets de Nueva Jersey, mi posición sigue siendo que Howard termina quedándose con los Magic.
Cuando una figura de su categoría está en el mercado usted no la va a obtener a cambio de poco o nada, hay que ceder demasiado y no muchos equipos están en disposición de eso.
Para mí esa es una de las razones principales que me llevan a pensar que Howard permanecerá en Orlando, ni hablar de la gran inversión que debe hacer la franquicia que lo obtenga para firmarlo a largo plazo, algo que tiene alejadas a muchas organizaciones por el asunto del tope salarial y la agresividad que traerá consigo el nuevo acuerdo laboral en lo que tiene que ver con el impuesto de lujo.
No muchos equipos tienen la holgura económica para alojar el nombre de Howard en su plantilla y los pocos que la tienen igual se arriesgarán a esperar que llegue al mercado.
Sé que suena raro este razonamiento, en el sentido de que es obvio que para Orlando es mejor canjearlo que perderlo sin nada a cambio al final de esta temporada y si tomamos en cuenta que hay una clara disposición del jugador de marcharse hacia donde tenga oportunidad de un título, es aún mucho más escalofriante pensar en que se va a quedar en el Reino Mágico.
A pesar de todas esas aristas en contra, asumo que la gerencia que encabeza Otis Smith hará todo lo posible por seducir a Howard a quedarse y no me encontraría raro si hoy o mañana se produce un cambio dentro de los Magic, pero no con Howard.
Orlando, por suerte, posee ciertas piezas negociables con las que puden conseguir algo que ayude a sastisfacer las necesidades de su gran estrella. Su sonrisa volvería a florecer y quién sabe lo que pueda pasar después.
