El diluvio puede volver

Vladimir Putin se hace fuerte en Rusia y revive los sueños bolcheviques de una Unión Soviética grande, fuerte y totalitaria. Con ello vuelve la angustia de que el diluvio puede volver y llegar el juicio final con una tercera guerra mundial con…

Vladimir Putin se hace fuerte en Rusia y revive los sueños bolcheviques de una Unión Soviética grande, fuerte y totalitaria. Con ello vuelve la angustia de que el diluvio puede volver y llegar el juicio final con una tercera guerra mundial con armamentos nucleares. También vuelve el sueño de los fabricantes de armas, que no se contentarán con la matanza, caos y locura que se ha creado en medio oriente y en toda la población musulmana del mundo.

Lo de Vladimir Putin es el guion no aprendido por los países occidentales de que hay países donde la democracia nunca ha existido, ni existirá. Rusia siempre ha sido feudo de grande señores; los zares, Stalin y ahora Putin. Rusia, los países árabes, Haití, o Cuba no han tenido una historia de convivencia en democracia nunca. Solo hay que revisar la historia de esas naciones, que más bien han sido tribus con banderas y dictadores omnipotentes.

Sin embargo, la izquierda occidental sigue estancada en su odio a Occidente y comienzan las loas a Vladimir Putin en su intento de revivir el monstruo creado por Stalin. Es el “AgitProp” que tanto ha obnubilado al buenismo latinoamericano. Utilizar un mensaje político, sobre todo a través de la literatura, la música o cualquier otra de las manifestaciones artísticas, dándose así un aire de libertad y de gente cool que no son, ni lo serán, ya que solo es un trabajo, un intento de adoctrinamiento para obtener el poder político más conservador y limitador de la libertad como es el comunismo. Que ahora se disfraza de “progresismo” en una batalla que utiliza el lenguaje cargado con un vocabulario de frases llenas de mesianismo e insultos como arma principal. Apareciendo socialmente como una ideología más, equiparable a la socialdemocracia y por consiguiente merecedora de generar respeto, cuando está demostrado que no es así: Cuba y Venezuela son ejemplos cercanos.

La revista The Economist da la alerta “…Cada semana, Vladimir Putin, encuentra nuevas formas de asustar al mundo. Recientemente trasladó misiles con capacidad nuclear cerca de Polonia y Lituania. Esta semana se envió un grupo de portaaviones por el mar del Norte y el canal Inglés. Ha amenazado con derribar cualquier avión estadounidense que ataque a las fuerzas del déspota de Siria, Bashar al-Assad. El enviado de la ONU de Rusia ha dicho que las relaciones con Estados Unidos están en lo más tenso en 40 años. Las noticias en la televisión rusa está llenas de misiles balísticos y refugios antiaéreos…”
La humanidad ha sido sorprendida muchas veces, ojalá Vladimir Putin y su mentalidad de KGB no hagan que el Diluvio bíblico vuelva y nos llegue el Juicio Final.

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