Dios nunca te abandona

En estos tiempos de tantas tribulaciones y de momentos difíciles para muchas personas, más que nunca debemos entender y asumir el hecho…

En estos tiempos de tantas tribulaciones y de momentos difíciles para muchas personas, más que nunca debemos entender y asumir el hecho cierto de que Dios siempre está a nuestro lado y que jamás, sin importar las circunstancias, no nos abandona. Dios siempre está con nosotros, como Padre Celestial, el Señor siempre tiene para con sus hijos amor, consuelo, misericordia y gracia.

Nuestros padres terrenales hacen todo por nosotros aquí en la tierra, nos protejen, nos cuidan, nos aman, nunca un padre terrenal dejará que su hijo sufra o le suceda algo sin entregar todo lo que sea necesario para proteger a ese hijo.

Si eso es nuestro padre terrenal, aún mucho más lo hará nuestro Padre Celestial. Dios nos ama profunda e intensamente. Él nos cuida y nos proteje por encima de todo y contra todo. En muchas ocasiones somos nosotros los que nos alejamos de Dios y luego queremos pedirle cuentas porque nos abandonó y nos pasaron cosas díficiles.

Dios nunca se aparta de nosotros, somos nosotros los que nos alejamos de él cuando nos abruman los problemas o las situaciones que no sabemos manejar. Estamos afanados de manera permanente por lo que vamos a comer, a beber o a vestir. Ese afán cotidiano nos aparta de Dios. En el evangelio de Mateo capítulo 6 del 31 al 33, Jesús dice lo siguiente: “No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre Celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Más buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”. Y así es, si buscamos a Dios por sobre todas las cosas y siempre lo tenemos en nuestros corazones, todas las cosas de esta tierra, todo lo que necesitamos para vivir, todo será añadido.

Dios es lo fundamental, todo lo demás es secundario y será añadido. Cuando atravesamos momentos difíciles (una enfermedad, un proyecto que no se da, la pérdida de un ser querido, un problema económico, una desilusión amorosa) pensamos que Dios nos ha abandonado, que nos ha olvidado y asumismos sentimientos de angustia, tristeza y hasta rebeldía, llegando incluso a renegar de la existencia de su amor eterno.

Es necesario que entiendas que precisamente en aquellos momentos de mayor tribulación y desesperación, Dios está contigo. Él es nuestro Padre Celestial y nunca nos abandona. Si Él cuida de las aves, la tierra, los peces y todo, cómo no nos ha de cuidar a nosotros, a tí, que eres un hijo especial y querido. No dejes que el dolor o la tribulación momentánea te alejen de Dios, porque nuestro Dios es siempre amor y siempre está contigo para cuidarte y protegerte. Nunca, nunca, nunca, te alejes de él, de su amor, de su gracia y su misericordia.

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas