Moca.- El secretario general del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) en este municipio, Juan Santos, dijo que el gobierno dominicano puede estar abierto al diálogo, pero no abiertos a un intento de fusión como pretenden algunos sectores de la comunidad internacional.
“Siempre debe haber diálogo, pero en el marco del respeto de nuestras leyes, la institucionalidad y nuestra autonomía como nación”, indicó.
Agregó, que en este sentido se pronunció el presidente de la Internacional Socialista para América Latina, Miguel Vargas, junto a otros presidentes de instituciones políticas del país cuando manifestaron su apoyo a la aplicación del Plan de Regularización y el respeto de nuestras leyes.
«La propuesta de diálogo por parte del secretario de la OEA es precisamente un proceso que inició desde hace más de un año entre la RD y Haití sin lograr que estos colaboren en la solución del problema migratorio. Pero al pretender insinuar el secretario de la OEA, Luis Almagro, que somos un solo país, pone en tela de juicio la intenciones reales de la intervención de dicho organismo para lo que ellos han querido mostrar como una problemática mayor de la que es», afirmó.
De igual forma, el dirigente político resaltó que «la República Dominicana es un país y Haití otro, por tanto no podemos resolver el problema migratorio de Haití, pero si el nuestro. Estamos como país ayudando en todo lo que podemos pero no podemos ni debemos irrumpir las políticas migratorias de ellos».
Dijo que es deber de la OEA buscar mecanismos de ayuda a la nación haitiana a los fines de que esta no se constituya en un «Estado fallido» por la falta de aplicación de políticas públicas efectivas.
Aseguró que no asumir una postura real y seria frente al tema no propicia un ambiente de diálogo, en el entendido de que nuestro tratamiento para con el pueblo haitiano no ha sido reciprocado más que con ataques inaceptables.
Santos, quien aspira a diputado por este municipio afirmó que la OEA pondrá su prestigio en juego si no se apega a la realidad de la aplicación de un plan que a todas luces cierra un ciclo de ilegalidad migratoria entre dos naciones.
