Disensiones Pactos en el PRSC generan descontento

A diferencia de otros acuerdos electorales concertados por el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), cuando aunque hubo resistencia la dirección y las bases caminaron en una sola dirección, el del pasado domingo se produjo en medio de u

A diferencia de otros acuerdos electorales concertados por el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), cuando aunque hubo resistencia la dirección y las bases caminaron en una sola dirección, el del pasado domingo se produjo en medio de una de las situaciones más tensas y antagónicas de esa agrupación, desde el pacto rubricado en junio del 1996.Fue en ese año que los dos grandes caudillos de la política criolla, los fenecidos Juan Bosch y Joaquín Balaguer, pactaron cerrar “el camino malo” para evitar que el Acuerdo de Santo Domingo, con José Francisco Peña Gómez como candidato, ganara la segunda vuelta de esa jornada comicial.

El Frente Patriótico Nacional, como se denominó el acuerdo que finalmente venció el sueño de Peña Gómez, de ser presidente de la República, fue negociado por las cúpulas del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y del PRSC.

Si bien muy pocos se atrevían a contradecir las directrices de Balaguer, la tendencia liderada  por Jacinto Peynado dejó ver su tímida renuencia a que rojos y morados acudieran aliados a la contienda pautada para el 30 de junio del 1996.

Este comportamiento encontraba explicación en las frustradas aspiraciones presidenciales de Peynado.

“El camino malo está cerrado, cerrado definitivamente a la maldad y a la demagogia, y abierto… abierto de par en par al patriotismo dominicano”.
Con esta célebre expresión, peledeístas y reformistas sellaron el pacto entre fuerzas políticas lideradas por dos líderes ideológicamente adversarios.

Pero a ningún reformista se le ocurrió rezongar por la decisión asumida hasta el último momento por su líder de siempre. Para el año 2000, los reformistas llevaron por última vez a Balaguer como candidato presidencial. Pero perdieron de Hipólito Mejía y el Partido Revolucionario Dominicano (PRD).

 Y como en política los arreglos son impredecibles, diez años después de que los blancos cayeran ante el Frente Patriótico Nacional, para las elecciones de medio tiempo del 2006 un sector de los reformistas decide aliarse al PRD.

A este pacto se le llamó “Alianza Rosada” y encontró de frente a un grupo de dirigentes emblemáticos del reformismo de Balaguer, encabezado por Ángel Lockward, Héctor Rodríguez Pimentel y Alexis Joaquín Castillo.

Los disidentes de ese acuerdo se aglutinaron en el movimiento Compromiso Electoral Balaguerista, al que más tarde se unió el actual presidente del PRSC y canciller del gobierno peledeísta, Carlos Morales Troncoso.

Otros reformistas que desde que comenzó a gestarse objetaron esa alianza fueron, los esposos Jesús Musa y Minou Torres, Manuel Bello, Guillermo Caram, Simón Tomás Fernández, Juan Bautista Rojas y Marino Berigüete.

Entre los que se inclinaron y defendieron a rajatablas la Alianza Rosada, estaban justamente los que en esta coyuntura electoral se amotinaron en contra del pacto Concertación Patriótico Nacional,  firmado por rojos y morados el pasado domingo, entre ellos Amable Aristy Castro y Víctor Bisonó (Ito).

También respaldaron la Alianza Rosada Federico Antún Batlle, Rafaela Alburquerque (Lila) y José Hazim. Este último forma parte de un conjunto de dirigentes que no comparte que su partido vaya aliado de nuevo al PLD, integrado además por Eddy Alcántara, Daniel Perdomo, Guillermo Caram, Oscar Santiago Batista, Alfonso Balcácer, Ramón Pérez Fermín y Ricardo Espaillat, Leonardo Matos Berrido y Frank Martínez.

Balance

En la Alianza Rosada, el PRD y el PRSC, decidieron apoyarse mutuamente en 24 provincias y el Distrito Nacional. El resultado de este acuerdo para el PLD, fue 22 senadores, 96 diputados y 67 alcaldes; para el PRD, 6 senadores, 52 alcaldías y 62 diputados; y para el PRSC 4 senadores, 29 alcaldías y 22 diputados.

En las elecciones congresuales y municipales del 2010, el PRSC reeditó la alianza con el PLD, donde este último obtuvo 31 senadurías y los rojos solamente  conquistaron una, en La Altagracia.

Los dos partidos acordaron ir aliados en ese certamen en 29 provincias y el Distrito Nacional, y separados en dos, La Romana y La Altagracia, y en15 distritos municipales.

De igual forma, el PLD obtuvo 103 diputados, los reformistas 3 y el PRD 73. Las alcaldías ganadas por el PLD fueron 92, el PRD 57 el PRSC 4. Esa vez, la cúpula reformista acató lo pactado sin mayores inconvenientes.

El único dirigente que no aceptó ir aliado fue Aristy Castro, quien se reeligió como senador en La Altagracia, donde siempre ha ganado.

Otra era

En esta ocasión, la situación del partido rojo es distinta a los tiempos en que Balaguer tenía la facultad exclusiva de disponer sobre asuntos vinculados a la vida partidaria, conforme sus propios designios y convicciones políticas.

Ahora los pactantes enfrentan a un dirigente del arraigo de Aristy Castro, que según un sondeo realizado en el PRSC por la firma Penn & Shoen, la última semana de enero de este año, domina el 46% de las bases de esa organización.

La encuesta de Gallup difundida en noviembre del año pasado otorgó a Amable un 2.5, del 5.59% que consiguió su partido en el 2008. En ese sondeo, Carlos Morales Troncoso quedó con un 1%.

Además de Bisonó, que igual representa a un sector no tan importante como Amable, el pacto del pasado domingo con el PLD fue categóricamente rechazado por el tres veces alcalde de Santiago, y el dirigente reformista más respetado en la zona del Cibao, José Enrique Sued. El exalcalde fue más lejos en su descontento, y ayer oficializó su apoyo al candidato Hipólito Mejía. Sin muchos rodeos, dijo “me voy con “papá”.

Después de cada alianza el PRSC ha perdido fuerza

En lo que tiene que ver con las alianzas para funciones municipales y congresuales, partiendo de los resultados oficialmente emitidos por la Junta Central Electoral, el Partido Reformista ha llevado siempre las de perder.

Esto, si se parte de que, desde su primer acuerdo para estos comicios, en el año 2006, en vez de aumentar escaños en el Congreso Nacional, el PRSC redujo de cuatro a uno su representación senatorial. La mayoría se quedaron en el PLD.

Con Joaquín Balaguer se fue la saga triunfalista

Desde que Balaguer se murió, los rojos han estado siempre en desbandada, lo que incluye a sus más destacadas figuras. Muchos de ellos decidieron trillar su propio camino, con movimientos independientes o simplemente anunciando en actos públicos su apoyo al PRD o al gobernante PLD.

Su matrícula se debilita cada vez, no obstante el riesgo que corren los rojos de perder su reconocimiento como partido. El 5.59% de simpatías ya está superfraccionado.

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas