Molestias estomacales (acidez, digestiones pesadas), infecciones respiratorias como el resfriado o la resaca son tres de las dolencias más frecuentes durante las fechas navideñas, cuya causa está detrás de los cambios repentinos en los hábitos de vida que adoptamos durante estos días. Y es que los excesos, sobre todo en el capítulo de la alimentación, pueden pasarnos factura no solo haciendo que ganemos algunos kilos de más, sino sometiendo a nuestro organismo a un sobreesfuerzo que puede arruinarnos estas celebraciones.
Muchas veces se piensa que solo quienes padecen algún problema de salud se ven afectados en esta festividad. La realidad es que, aunque ellos son el grupo de mayor riesgo, las personas “sanas” también suelen sufrir problemas de salud en esta temporada.
Malestares estomacales, tales como acidez o digestiones pesadas, suelen ser las consecuencias más frecuentes de los excesos o “atracones” en las comidas y cenas navideñas, a lo que se puede sumar un mayor consumo de alcohol y de tabaco- que también pueden acarrear otros malestares como diarreas o problemas intestinales.
Según el libro “La dieta de los 17 días, del doctor Michael Moreno, moderación es la cla estas fiestas, ya que con la llegada de la Navidad la salud se puede ver alterada como consecuencia de los cambios bruscos en los hábitos de vida.
Moreno sostiene en su libro que no se trata de prohibir la ingesta de ningún alimento o plato propios de estas festividades, sino de reducir las cantidades y recortar el número de calorías del menú, comer despacio, evitar abusar de los alimentos muy grasos o de la carne, masticar bien y, en la medida de lo posible, apostar por las verduras y los alimentos ricos en fibras, como las frutas frescas, por ejemplo.
Exceso de alcohol, una mala elección
Bebidas como champagne, vino, cerveza y whisky no faltan en las celebraciones de estas fiestas y uno de los resultados directos de este exceso es la resaca, la cual suele llegar acompañada de dolor de cabeza, mareo, acidez estomacal, náuseas y deshidratación. Lo más recomendable es si va a tomar alcohol, es hacerlo con moderación. Para evitar la resaca, dos o tres copas de licor son suficientes para brindar y compartir, pero si bebes de más no lo empeores con las grandes comidas y prefiere pequeñas cantidades de alimentos bajos en grasa, toma mucha agua y consume frutas frescas.
Si se presentan molestias
Cuando se trata de un problema o malestar leve, también podemos solicitar consejo al farmacéutico, el cual puede prescribirnos algún tipo de medicamento que no requiere receta médica para aliviar los síntomas. Si notamos pesadez estomacal, los antiácidos, como el Peptobismol, y protectores gástricos ayudan a aliviar el problema de estómago. También podemos recurrir a los antidiarreicos, analgésicos para el dolor de cabeza y sueros de rehidratación oral. Si los síntomas persisten y no nos encontramos mejor, debemos acudir a consulta médica. Pero la mejor manera de disfrutar de las fiestas y evitar que un problema de salud nos la trastoque, es seguir manteniendo unos hábitos alimenticios saludables.
Fuera de casa
Se recomienda evitar los aperitivos que lleven salsas, mantequilla, quesos untables y rebozados. Además se aconseja comer la misma porción, como si estuvieras en casa.
Consejo
Si se desea comer cerdo, prefiera el lomo ya que es la parte con menos grasa; y en caso de acompañarlo con alguna salsa que sea picante en vez de dulce; porque ésta última aporta más calorías.
