Momentos de tensión y de peligro inminente se produjeron ayer en la Casa Nacional del Partido Revolucionario Dominicano y sus alrededores durante poco más de cinco horas mientras se intentó reunir a los miembros del Comité Ejecutivo Nacional.
Aunque fueron colocadas vallas que impedían el paso de vehículos por las calles Jiménez Moya con Sararota, José Contreras con Sarasota y también con la Pedro A. Bobea, la gente llegó hasta el local del PRD sin revisión de armas por parte de los agentes enviados al lugar.
La Policía se mantuvo a cierta distancia de los principales acontecimientos y en ocasiones lanzaban gases lacrimógenos, de los que no escaparon dirigentes como Orlando Jorge Mera, Milagros Ortiz Bosch y Jesús Vásquez. La idea era dispersar a la gente que ponerse que al comenzar a sentir las molestias en los ojos y la respiración, huían como caballo desbocado. Algunas personas tuvieron que ser ayudadas por el ardor que causaban los gases, pero a lo que más se temía era a los disparos repetidos que se escuchaban salir de los alrededores de la Casa Nacional.
Hubo manifestaciones de repudio a Miguel Vargas Maldonado y muchos justificaron la acción de ocupar el local alegando que ese es el local del PRD del pueblo y que los perredeístas tenían derecho a entrar.
Entre los manifestantes muchos retomaron la frase: “El guapo de Gurabo”, para referirse al expresidente Hipólito Mejía cuando llegó al local y furiosos incendiaron carpas y periódicos con fotografías de Miguel Vargas.
Algunos celebraban, porque decían, que esta vez Miguel Vargas no se salió con la suya y “se hizo sentir el verdadero PRD”. Hasta ayer se desconocía de dónde provenían los disparos que dejaron al menos 6 heridos con armas de fuego, pero el subjefe de la Policía, general Víctor Campusano dijo que se investigará. l
