La sesgada declaración del Departamento de Estado de los Estados Unidos acerca del programa migratorio de la República Dominicana, contrasta notablemente con la posición justa y con una ponderación equilibrada que sobre este delicado tema ha mantenido hasta ahora el embajador James “Wally” Brewster. Mientras la cancillería estadounidense pretende trazar pautas en la materia al Gobierno dominicano e incluso señala un supuesto peligro de apatridia que nadie ha podido demostrar fehacientemente, Brewster reconoce las iniciativas de las autoridades nacionales y ha evaluado en buenos términos el proceso cumplido. En cambio, tal como fue redactada, la declaración del Departamento de Estado pretende ser un disuasivo para que el país no ejerza su derecho soberano. De ahí el amplio rechazo recibido.
Doble discurso
La sesgada declaración del Departamento de Estado de los Estados Unidos acerca del programa migratorio de la República Dominicana, contrasta notablemente con la posición justa y con una ponderación equilibrada que sobre este delicado tema ha mantenido
