Muchos que roncan no lo saben, o por algún tipo de prejuicio lo niegan. Si usted tiene dudas, ponga una grabadora cerca de su cama por la noche.
Los que le han visto dormir también se lo pueden decir. Hay muchas anécdotas sobre los roncadores, y probablemente muchos de ustedes tendrán alguna. En Estados Unidos una mujer fue arrestada y acusada de perturbar la paz de una vecina que se quejó de que su ronquido era tan grande que no la dejaba dormir.
Se cuenta de un soldado que cuando dormía en su cuartel despertaba, a veces, en la mañana, en el patio adonde otros soldados lo habían cargado, con cama y todo, porque su fuerte ronquido no los dejaba dormir. Un médico cuenta que una señora tocó a la puerta de la habitación vecina para averiguar qué tipo de animal tenían en su habitación que producía un ruido tan grande que hacía vibrar los cristales dela ventana. La vecina le contestó: “No es ningún animal, es mi esposo que ronca”. Yo tengo una paciente con la que ninguno en la familia quiere compartir el dormitorio, por el ruido del ronquido. No son raras las parejas que rehúsan compartir el lecho con su cónyuge debido al ronquido.
Como ustedes ven, el ronquido puede constituir un elemento perturbador para la vida en pareja, en familia y para la convivencia social. Algunos roncadores evitan dormir en casas ajenas porque están conscientes del rechazo que provoca este involuntario ruido de su respiración durante el sueño. Anthony Burges pronunció la sentencia más certera sobre este tema: “Ríe, y el mundo reirá contigo. Ronca, y dormirás solo”.
Próximamente trataremos sobre las implicaciones de la Apnea del sueño,de la cual el ronquido no es más que una manifestación acústica.
