El reto de Danilo es gobernar en el 2013 sin la tutela del FMI

Ejecutar un presupuesto desarrollista sin la aparente tutela del Fondo Monetario Internacional (FMI) será el principal reto económico del presidente Danilo Medina para el año 2013.

Ejecutar un presupuesto desarrollista sin la aparente tutela del Fondo Monetario Internacional (FMI) será el principal reto económico del presidente Danilo Medina para el año 2013. El desafío será mayor porque las fuentes internas del Presupuesto del próximo año están destinadas a compromisos sociales, mientras que las inversiones públicas dependerán esencialmente de financiamiento externo.

También retarán al Gobierno los efectos de la reciente reforma tributaria, al proyectar un inicio de año con un crecimiento económico por debajo de las potencialidades. Mientras, el presupuesto aprobado por el Gobierno, moderado en su monto, y dirigido a cambiar el rumbo del actual, que registra un elevado déficit, tiene algunas incógnitas que pondrán a prueba las habilidades de Medina y su equipo económico 2013.

La falta de un acuerdo con el FMI, por el momento, podría representar algún inconveniente para el Gobierno obtener los recursos externos que están contemplados en el presupuesto y que sustentan las inversiones esenciales previstas para el 2013. Incluso para la colocación de una emisión de US$1,000 millones en bonos soberanos que figura en el presupuesto como parte del monto global de ingresos por financiamiento, se cree que pudiera haber alguna variación en las condiciones, si no existe un acuerdo financiero con el FMI. La tasa de interés a pagar podría ser mayor.

Las inversiones

Para el próximo año, el Gobierno ha diseñado un plan de inversiones en 33 proyectos, de los cuales 32 todavía no tienen su fuente de financiamiento definida. Se anticipa que el Ministerio de Hacienda negociará con la banca internacional los créditos para ejecutar esas obras, que incluyen hidroeléctricas, carreteras y hospitales, por un monto global superior a los US$3,500 millones.

En el plano interno, desde el primero de enero inicia la aplicación del aumento de tasa y extensión del Impuesto a las Transferencias de Bienes Industrializados y Servicios (ITBIS), que son los dos componentes de la recién aprobada reforma tributaria que mayor incidencia tendrán en los precios internos.

La entrada en vigencia de esas dos fases de la reforma- gravar por primera vez con el ITBIS, aunque sea con una tasa reducida de 8%, a una serie de productos de la canasta como café, azúcar, yogurt, chocolate, y aumentar la tasa a 18% de los bienes y servicios que estaban gravados con el 16%- coincidirá con la época del año donde históricamente se produce la mayor alza de precios: enero.

En ese escenario, el Gobierno estará sumergido en buscar la fórmula para resolver el principal problema estructural de la economía dominicana, el déficit del sector eléctrico.

Asimismo, la carta de presentación de su modelo económico es un presupuesto, donde las prioridades son el gasto en los sectores Educación, Seguridad Social, Salud, Seguridad Ciudadana, Agropecuaria y Turismo.

También enfrentará el reto de manejar un presupuesto diseñado con un nivel de financiamiento cuya materialización está muy supeditada a las condiciones del mercado financiero internacional y que además está obligado a operar con una elevada reducción del déficit fiscal con que se desempeñó el del año en curso.

De todas formas, para el 2013 fue consignado un déficit fiscal en teoría de unos RD$70,302 millones, equivalente al 2.8% del PIB. Si se logra, sería una reducción a menos de la mitad del que finalmente finalizará el año en curso. Del déficit del 2012 se han citado distintas cifras, todas superiores a RD$150,000 millones. Para disminuirlo se aprobó la reforma, en aplicación parcial.

Después del alboroto creado por la reforma tributaria, cuyo impacto mayor en los precios no se ha sentido, enfrentar el problema energético con un aumento de tarifa parece desafiante, más cuando en el Gobierno existe la creencia de que la única solución deba ser subir la tarifa.

Según han planteado las autoridades eléctricas, parte de la solución debe llegar de una mejoría en los cobros de la energía que se pone en línea, que todavía se pierde en un 38%, y de un abaratamiento de los costos, que debe producirse con lograr generación a base de gas y carbón. Pero se trata de iniciativas de mediano plazo, aunque pudieran darse conversiones de plantas a corto tiempo, si se logra negociar suministro de gas natural a precios competitivos y volumen garantizado para las generadoras reconvertidas.

Una de las bases sobre las cuales se proyectó el presupuesto, el precio del petróleo, es un elemento de difícil manejo, porque depende de factores externos. Para el próximo año el Gobierno ha calculado un precio promedio de US$106.2 por barril. Partiendo de ese nivel se ha proyectado el nivel de auxilio presupuestario al sector eléctrico. Mientras tanto, el presupuesto del 2013 contempla transferencias para el sector eléctrico por unos RD$43,000 millones, una cifra importante, tomando en cuenta que el monto global es de RD$530,846 millones.

En el ámbito doméstico, el principal reto macroeconómico del Gobierno será romper el ciclo de desaceleración que producirá el impacto de la reforma tributaria y armonizar un crecimiento cercano al potencial de la economía. Para lograr ese objetivo, la política monetaria deberá estar dirigida a propiciar, vía el incremento del crédito bancario, un mayor dinamismo económico, para ir nivelando los niveles de crecimiento con el potencial de la economía.

Pero esa flexibilización del crédito tiene el inconveniente del potencial efecto alcista de la reforma tributaria en el nivel de la inflación. Además del impacto de la reforma impositiva que diseñó, el Gobierno aplicó en el último cuatrimestre del año una política fiscal tendente a ordenar las finanzas públicas.

Medina aplica su sello de manejar el presupuesto

Esos ajustes, centrados en reducción y eliminación de ciertos gastos, revelaron un nuevo estilo de manejar el presupuesto. Esa nueva visión le sirvió al Gobierno de plataforma para argumentar la pertinencia de la reforma tributaria que impuso, la cual fue críticamente cuestionada por la sociedad civil albergada en el Consejo Económico y Social. No obstante, la  configuración del presupuesto del 2013, con una alta proporción de recursos flotando, le imprime al primer ensayo de ingresos y gastos diseñado bajo la concepción del presidente Medina un matiz de incertidumbre. Si los ingresos externos no se ejecutan, el Gobierno se enfrentaría a dos posibilidades: no ejecutar una parte de las obras de inversión pública o incumplir las metas fiscales en cuanto nivel de déficit.

Precios
La tasa de inflación esperada por las autoridades económicas para el próximo año es de un cinco por ciento

Moneda
El Gobierno apuesta a mantener la estabilidad cambiaria durante el 2013, con una tasa promedio de 41.6 pesos por US$.

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