Los trabajos de construcción de la segunda línea del Metro de Santo Domingo han acrecentado el caos en el tránsito por la avenida Padre Castellanos, antigua 17.
La vía, de aproximadamente un kilómetro de extensión, que une la margen oriental de la provincia Santo Domingo con el Distrito Nacional, se tapona gran parte del día debido a los obstáculos causados por los desvíos improvisados que impiden que los vehículos circulen con normalidad.
Las mayores dificultades para desplazarse por la avenida Padre Castellanos se presentan entre las calles Yolanda Guzmán y Josefa Brea, donde casi está concluida una de las estaciones del Metro que construye la Oficina para el Reordenamiento del Transporte (Opret).
Los trabajos han obligado al cierre del carril que va de Oeste a Este. También persisten dificultades entre las calles Ocho y Mutualismo, antigua calle 10, donde se construyen los pilotes para otra estación de la segunda línea del Metro.
Los choferes utilizan otros desvíos por ambas direcciones de la avenida, pero es poco lo que ayudan, según sus quejas.
Otro inconveniente es el desorden que mantienen los conductores del transporte público, quienes obstruyen la circulación de los otros vehículos en su intención de abordar a los pasajeros. La situación se hace más evidente en esquinas de las calles Albert Thomas y 16.
Ocupación. El cúmulo de basura y la obstaculización del espacio destinado a los peatones son otros de los inconvenientes que enfrentan a diario los usuarios de la vía. El comercio se ha adueñado de la Padre Castellanos, en cuyas aceras se exhiben todo tipo de productos.
