El casabe tradicional aún resulta rentable

San José de las Matas. El trabajar con utensilios como el cedazo, el guayo, prensas de madera y hornos rudimentarios es algo común en las industrias dedicadas la fabricación de casabe ubicadas en todo el trayecto entre Loma Quemada y la entrada de este

San José de las Matas. El trabajar con utensilios como el cedazo, el guayo, prensas de madera y hornos rudimentarios es algo común en las industrias dedicadas la fabricación de casabe ubicadas en todo el trayecto entre Loma Quemada y la entrada de este municipio.

La utilización de estos métodos del pasado contrasta con el avance de sus vecinos serranos en el municipio de Monción, en Santiago Rodríguez, donde operan 50 empresas que se dedican a fabricar casabe, todas utilizando tecnología de punta.

En todo el trayecto Santiago-San José de las Matas, han sido instalados diez negocios de tipo familiar.  Otros dos establecimientos se preparan para abrir en un mercado de pocas exigencias y bajos controles sanitarios.

Los viajeros y bañistas se han convertido en los principales clientes de las pequeñas industrias, cuya materia prima es la yuca. Pese a la rentabilidad del negocio, son pocos los empleados contratados, pues casi siempre el propietario y su familia se integran a las labores, como  forma de reducir costos.

Las empresas más grandes no pasan de 10 trabajadores, los más pequeños de dos y tres personas. Los beneficios se quedan en la sierra, pues la yuca es adquirida en localidades vecinas.

La casabera Zarzuela tiene 30 años en el mercado y es manejado por Ervin Zarzuela y su hermano, tras sus padres retirarse. En la actualidad, cuentan con siete trabajadores.   A diario vende entre 300 y 400 paquetes. El precio del casabe es de 25 pesos, 50 el de ajo y 60 el de maní y ajonjolí.También ofertan los llamados panecicos y bolas de yuca con trozos de chicharrón.

Zarzuela explica que  José Morel, propietario de casabera Leonora, cuenta con tres empleados, una es su hija, quien labora como empacadora. La principal amenaza que enfrentan provienen de los que están ya asociados que se han planteado fijar nuevos precios, pues, supuestamente, las ganancias son mínimas.

De los casi mil paquetes que vende diariamente, casi todos son a colmados cercanos o a viajeros. De todas, las más grandes son la de Danilo Espinal y Amable, en términos de venta y de personal.  Espinal asegura que puede vender en los buenos momentos hasta 50 mil pesos diario, aunque es tan volátil que  puede bajar a tres mil, dependiendo del flujo de viajeros.

Los que viven del corte o poda de árboles son los más beneficiados de forma indirecta con la industria, pues un camión cargado con leña puede costar hasta diez mil pesos.

El esfuerzo por la clientela

José Morel,
Dueño de casabera

“En el caso de los que contamos con empresas pequeñas, casi todos trabajamos de la forma antigua, pues no podemos comprar las maquinarias y porque nuestros principales clientes son vecinos que tienen colmados o de venta de cerdo horneado”.

Danilo Espinal,
Dueño de fábrica

“La rentabilidad de estos negocios de casabe depende mucho del  flujo de viajeros que acuden a bañarse a nuestros ríos. Son los que más los demandan, así como los que se desplazan desde aquí hacia las playas de la región Norte”.

Casabe de monción

El municipio de Monción es el rey de la industria del casabe. Una de las empresas del área lleva el nombre taíno Guaraguanó, con el que fue bautizada la comarca.

En 1907 fue elevada a municipio y se le coloca el nombre en honor a Benito Monción. En este lugar el casabe juega un papel tan importante que constituye la mayor fuente de ingresos. Buscar la yuca, descapotarla, sacar el almidón y prepararla para la quema era lo habitual entre sus habitantes. En 1976 se fundaron 7  fábricas de casabe .

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