El PRSC es ya un partido minoritario. De los partidos pequeños es el que tiene más poder, pero sus votantes se han reducido substancialmente. En las dos últimas congresuales y municipales ha ido aliado a uno de los dos partidos grandes. Participó solo en las presidenciales y no llegó al 5%, ni consiguió la segunda vuelta que le permitiera negociar y obtener pingües beneficios. ¿Cómo pudo pasarle esto a ese partido? La historia es clara y aleccionadora para los líderes de todos los demás.

El Partido Reformista representaba para Balaguer las extremidades, los músculos que hacen el trabajo práctico, mientras que él era el músculo que pensaba, el cerebro. Eso significa que los vaivenes del hombre fueron las veleidades del partido. Balaguer tenía una sola divisa: llegar y mantenerse en el gobierno.

El PRSC conserva esa visión del quehacer político, lo que no significa que no haya unas pocas excepciones entre sus dirigentes actuales. Por eso vemos al reformismo tradicional disperso, apoyando a quienes creen que huelen a “poder”. Hay ex secretarios de Estado sin cartera que tuvieron amplías carteras con Hipólito y lograron embajadas con Leonel. Hay diputados y senadores que se reclaman reformistas, que tienen partidos balagueristas, y unos llegaron en la boleta del PLD y otros montados en el acuerdo con el PRD.

Algunos bien intencionados dirigentes desean convertir al PRSC en el representante de los grupos conservadores. Pero el PRSC carece de identidad. En ese plano, el PRSC trascendió a Balaguer o aprendió tanto de él, que no le importa a quién representar. El PRSC carece de una “visión del mundo” que lo  lleve a plantear un proyecto político de nación novedoso y atractivo.

¿El futuro? Es difícil hacer una predicción tajante en términos políticos y menos en un país que apenas ha sustituido a los tres liderazgos tradicionales. Si tomamos en cuenta que las tendencias dentro del PRSC que creen que el partido tiene futuro de manera independiente carecen de poder, de recursos y de una estrategia política que les permita rescatar el partido, podemos decir que el futuro del PRSC es ser la maquinaria de un grupo de dirigentes para su beneficio particular, que será un partido-luna que girará alrededor de uno de los dos grandes planetas, el PLD o el PRD.

¿Algún culpable? El modisto y costurero del traje que hoy ostenta el PRSC fue Balaguer. Destruyó todo intento de construcción de un liderazgo distinto, no dialogó con ninguna corriente interna, las aplastó a todas; sus caprichos sustituyeron los estatutos, los reglamentos y la institucionalidad. Su férrea voluntad mantuvo unido al partido y su capacidad clientelar -fue el fundador del clientelismo postrujillista- mantuvo el control del aparato, pero al final de sus días no entendió la forma en que la sociedad dominicana cambiaba, como no la ha entendido una gran parte de la dirigencia reformista. Este descalabro es el resultado.

Cada uno de ustedes construya la moraleja de este cuento.
El autor es ciudadano rateholgmail.com

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