Una noche inolvidable fue la que vivió un grupo de niños con síndrome de Down que conformaron parte del elenco del musical “Escucha mi sueño” que se presentó con éxito en la sala Máximo Avilés Blonda de Bellas Artes.
Sin duda, una iniciativa admirable apadrinada por el programa de estimulación artística para niños especiales “Yo también puedo”, quienes por primera vez tuvieron en escena a 23 niños y jóvenes con condiciones especiales que participaron de este entretenido, alentador y motivador espectáculo.
Este proyecto fue creado con el objetivo de demostrarle a la sociedad de que niños de condiciones especiales, en este caso afectados por los síndromes de Down y de Asperger, parálisis cerebral, retardo mental, sordo-mudos y en sillas de ruedas también pueden ser parte de un espectáculo artístico.
Este musical, que tuvo una preparación durante ocho meses, contó en su primer día con una concurrida asistencia, la cual gracias a las ocurrencias de los diferentes niños y actores generó situaciones divertidas para quienes pudieron entrar en contacto con sus habilidades en escena.
La historia de “Escucha mi sueño” transmite la importancia social que significa poder ser escuchado y que los límites, en este caso por las características especiales de los actores, no tienen barreras cuando las cosas se hacen con fe, amor y dedicación. La puesta en escena estuvo bajo la dirección general de María Esperanza Haché y Marcelle Berrido, con la producción general de Haffet Saba de Marchena (de Bat Productions), con libreto de Laura Amelia Núñez.
La idea de montar este espectáculo surgió como una iniciativa de un trabajo de grado de Haché y Berrido, proyecto que tiene un año ofreciendo este programa de educación a otras instituciones que trabajan con las necesidades de estos niños.
El argumento
“Escucha mi sueño” es una obra enmarcada en el género musical desarrollada en teatro circense. La misma empieza con la llegada de una compañía de teatro, “Vujé”, a la ciudad “Silenshh”, que se dedica a ir por todas la ciudades con el fin de escuchar los más profundos sueños y anhelos de las personas que visitan esos lugares. Al llegar a esta ciudad se dan cuenta que es un lugar donde no hay muchas personas en las calles, es un lugar muy solitario, donde todo está bajo el dominio y el silencio de la Señora Silencio.
