Enemigos invisibles para tu piel

Estrés diario El estrés emocional debilita la barrera que protege la humedad de tu piel, haciendo que parezca opaca. Además, provoca que tu torrente sanguíneo se vea inundado de cortisol, la…

Estrés diario

El estrés emocional debilita la barrera que protege la humedad de tu piel, haciendo que parezca opaca. Además, provoca que tu torrente sanguíneo se vea inundado de cortisol, la hormona que te ayuda a reaccionar bajo presión. Un alto nivel de cortisol conduce a la producción de un tipo de testosterona que incrementa la producción de grasa en la piel y, como consecuencia, aparece el acné. Por eso añade a tu rutina de belleza un tónico con ácido salicílico. Aplícatelo en la cara (o en las zonas afectadas) a diario después de enjuagar el limpiador. ¿Un antiarrugas natural? Únete más a tus seres queridos. Una investigación llevada a cabo por la Universidad de Chicago, en el estado de Illinois, llegó a la conclusión de que la soledad podría acelerar el proceso de envejecimiento y causar serios problemas de salud. La explicación se debe, según los expertos, a que las personas solitarias suelen reaccionar con más intensidad ante los problemas de la vida. Esto las lleva a producir un exceso de hormonas del estrés. Con el paso del tiempo, esta respuesta del organismo podría causar hipertensión, desórdenes del sueño y muchos otros problemas de salud. También, según un estudio de la Universidad de California, en Estados Unidos, el estrés emocional prolongado es capaz de acelerar el proceso de envejecimiento a nivel celular y provocar la aparición de arrugas.

Dormir poco

“Dormir restaura el cuerpo”, explica la dermatóloga Ranella Hirsch. Si no duermes lo necesario, tu piel pierde luminosidad. ¿No duermes por estrés? El cortisol también tiene un efecto estimulante que te impide dormir profundamente. Y si no duermes bien, la circulación de la sangre y el sistema linfático se ponen perezosos y no drenan el fluido que suele acumularse debajo de los ojos por la noche, dejándote inflamada y con grandes ojeras en la mañana. Por eso cuando te apliques tu crema de contorno de ojos realiza alisamientos cortos, desde el interior hasta el exterior del rostro. Hazlo delicadamente y no ejerzas mucha presión. Como la circulación incide sobre la elasticidad del cutis, recién levantada, estimula el aporte sanguíneo con pequeños golpes usando un poco de algodón humedecido en agua fría. Y de vez en cuando, pasa un cubito de hielo (envuelto en un pañuelo) sobre el rostro tras aplicar tu crema facial. Lograrás un mayor efecto tensor.

Posición incorrecta al dormir

Duerme con una almohada que eleve ligeramente la cabeza (o que tenga el centro cóncavo) para que puedas reposar y no acumules presión, y para facilitar la microcirculación. Además, duerme boca arriba: porque en la posición fetal, al apoyar la mejilla sobre la almohada, promueves el surco de la amargura que va de las aletas de la nariz a las comisuras de los labios. También puedes usar una funda de almohada satinada: como la tela es resbaladiza, la piel no se queda en un sitio el tiempo suficiente para que se formen líneas.

Irte a la cama con maquillaje

Las capas de base, corrector y blush impiden que la piel respire y se tapen los poros, opacando tu cutis y haciéndolo propenso al acné. Además, dormir con rímel, sombra y delineador puede causar que te levantes con bolsas debajo de los ojos y hasta con una infección. Incluso, si no usas maquillaje durante el día, la piel acumula grasa y suciedad, y ambas cosas pueden provocar brotes si no las eliminas en la noche. Ten siempre a mano toallitas desmaquillantes con humectante que faciliten retirar los residuos del maquillaje.

Rayos solares indirectos

Según los especialistas en la piel, el principal agente determinante externo del envejecimiento es la exposición crónica a la luz ultravioleta, debido al daño acumulativo que produce en el ADN celular. La solución es evitar la exposición solar excesiva, resguardarse con ropa adecuada y con cremas solares con factores de protección que respondan a las demandas de cada  tipo de piel. Pero es conveniente usarlos topo el tiempo, porque la Academia Americana de Dermatología reveló que dentro de la casa también te expones a los rayos solares. “La mayoría de las ventanas de cristal filtran los rayos UVB, que contribuyen al envejecimiento”, dice Henry W. Lim, jefe del departamento de Dermatología en el Hospital Henry Ford, en Detroit, Estados Unidos.

Teléfono celular

Un estudio de la Asociación Británica de Dermatólogos señala que los celulares atentan contra tu piel, porque sobre todo las mujeres pueden ser candidatas de la llamada dermatitis por teléfonos móviles, que no es más que una reacción alérgica al níquel de estos aparatos. Otras investigaciones muestran que el sudor que se acumula en el celular puede producirte granos en las mejillas y las orejas. Para evitar el contacto directo con el móvil, usa un cover y desinfecta regularmente tu aparato.

Fumar a menudo

Aunque la industria del tabaco asocia fumar con sofisticación, juventud y belleza, dos décadas de investigación han demostrado lo contrario: los fumadores tienen un envejecimiento facial acelerado y presentan más arrugas que los no fumadores. Un trabajo publicado en el Journal of Americam Academy of Dermatology, demostró un aumento significativo de elastosis, una alteración típica de la piel envejecida, en la dermis de los adictos al tabaco. El humo del cigarrillo contiene altos niveles de nicotina, alquitrán, óxido de nitrino y monóxido de carbono. Cuando esas sustancias entran en contacto con tu piel, liberas radicales libres, causantes de las arrugas. Y para colmo, el cigarrillo reduce la capacidad orgánica de regeneración de la piel.

Comer en exceso

Alimentarte como obrera atenta contra tu cintura y tus expectativas vitales, porque según los científicos comer lo justo es una de las promesas más fiables para alcanzar la longevidad. Se ha comprobado que restringir la ingesta calórica protege las neuronas de la vejez: según un estudio estadounidense publicado en la revista Prevention, la restricción calórica genera un efecto singular sobre el sistema inmunológico, cuyas células T son las más afectadas con el paso de los años y se debilitan con la enfermedad. Sin embargo, con una dieta hipocalórica mejora notablemente la función de estas células, estimulando las defensas y retrasando el envejecimiento. El azúcar de los dulces, muy particularmente, inflama las células, y eso causa arrugas, flacidez y tono disparejo.

Ensaya frente al espejo

Los pliegues en la frente, en el entrecejo, en las mejillas y alrededor de los ojos están condicionados por los gestos y tics que utilizas al hablar. Y, si los corriges, puedes retrasar la aparición de arrugas. Los expertos dicen que ensayes frente a un espejo para evitar esas expresiones inconscientes y aprender a controlarlas de modo que no incidan notablemente sobre tu piel.

Los investigaciones científicas señalan que la mayoría de las mujeres olvida aplicarse el protector en el cuello, las manos e incluso el pecho, tres áreas muy susceptibles al daño solar.

Aplícala con inteligencia

Para que la crema sea más eficaz y haga efecto esperado, aplícala adecuadamente: esparce el producto en tu mano y extiéndelo con los dedos índice y mayor con gestos circulares ascendentes. Después, date pellizcos suaves con el dedo índice y pulgar, rápidos y constantes en la zona sobre la que haz extendido la crema. También, realiza toques rápidos con la yema de los dedos, de forma alterna, como si teclearas sobre la piel. Para que el óvalo de la cara no comience a desdibujarse, aplica cada mañana y cada noche una crema antiflacidez en sentido ascendente e incidiendo de manera especial bajo la mandíbula.

No es para ti

Si has usado un producto por tres meses y no has visto mejoría en la piel, ¡desechalo! Los dermatólogos dicen que para ver resultados no hay que esperar más de seis semanas.

Fuertes agresores

El agua salada y el cloro dejan una película pastosa sobre la piel, que opaca su brillo.

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas