Los funcionarios y/o allegados al presidente Danilo Medina que se quieren pasar de listos, con frecuencia reciben del mandatario respuestas geniales que, casi en parábola, envían metamensajes.
Tal le pasó a un compañerito de los nuevayores que vió desvanecerse sus aspiraciones de ser nombrado cónsul dominicano en la urbe en razón de que ostenta la ciudadanía norteamericana pero en el entendido de que había “un compromiso” de darle el control de la apetecida sede consular, aún fuera a través de un tercero, preparó una terna y se la sometió al mandatario dizque para que escogiera al próximo cónsul.
Dicen que El Titán de Bronce, al recibir la propuesta, dio la callada por respuesta, interpretándose que la terna no le satisface. Sabido esto en la metrópolis, el run run que circula allí es de que no faltó uno que llegara hasta el mandatario y le dijera que está listo para ser cónsul y que no es ciudadano, a lo que Danilo habría respondido con esta interrogante: “¿Yo no sabía que se había abierto un concurso para el consulado?”. Me cuentan que el compañerito salió, como dice el pueblo, “con el rabito entre las piernas…”.
Buenos carguitos
Apropósito, por eso de designar en funciones consulares a personas que ostentan la ciudadanía o la residencia en Estados Unidos, ya se ha presentado más de un problema con el departamento de Estado norteamericano.
Hay quienes no dicen nada, asumen pero no se acreditan ante las autoridades estadounidenses ya que lo que interesa es disfrutar de los beneficios que en términos económicos dejan esas posiciones. Parece que son buenos esos carguitos…
Ojo
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