¿Eres tú quien acosa a las compras y no al revés?

¿Dentro de poco tendrás que mandar a hacer un anexo en la casa únicamente para guardar tus zapatos…

¿Dentro de poco tendrás que mandar a hacer un anexo en la casa únicamente para guardar tus zapatos y carteras?, ¿Qué tu amiga ha decidido no invitarte a ir de compras porque luego tiene que terminar prestándote dinero? Es el momento de que lo aceptes, debiste ser tú quien protagonizara la cinta “Confessions of a Shopaholic”.

Piensas que no es un problema, que sólo se trata de algunas cosas que te hacen falta, pero he ahí el detalle ¿realmente lo necesitas? De acuerdo con los especialistas, el comprador compulsivo no admite que tienen un problema, de hecho, no se considera un adicto, sino que se escuda bajo la excusa de ser un coleccionador.

Se supone que esta necesidad por adquirir cosas sirve para botar el estrés, tapar algunas preocupaciones o frustraciones, una baja autoestima o simplemente como un hobbie, pero realmente las consecuencias de los gastos excesivos lleva a más complicaciones, como las deudas y el “estrés post compra”.

A pesar de que está en aumento la cantidad de hombres que se vuelven adicto a las compras, lo cierto es que le llevamos la delantera y por mucho. No obstante, las féminas tenemos una excusa, las hormonas. Un grupo de investigadores británicos un grupo de psicólogos de la Universidad de Hertfordshire, en el Reino Unido, investigó el tema y trazó una relación entre un desajuste hormonal que se produce unos diez días antes de la menstruación y la compra a veces compulsiva de ropa u objetos cuya percepción cambia unos días más tarde. En ese período las mujeres se sienten tentadas a comprar cosas que en muchas ocasiones no necesitan y que, al poco tiempo, cuando las hormonas se acomodan, dejarán de gustarles.

Pero la investigación llegó aún más lejos, los hombres se sentirán dolidos pero ni modo, según otro estudio, hecho por la empresa Unilever, para el 61% de las mujeres perder su prenda favorita es mucho más traumático que un mes de abstinencia sexual.  Todavía más grave, la mayoría de las mujeres dejaría de mantener relaciones sexuales durante 15 meses si, al finalizar ese período, se encontraran con un armario repleto de ropa nueva. Incluso, un 2% de las encuestadas asumiría sin problemas tres años de abstinencia si se encontraran con la misma recompensa. Lo sentimos chicos, no es culpa nuestra, las hormonas nos dominan.

Algunos consejos:

Antes de comprar pregúntate si realmente lo necesita o simplemente “me vendría bien”

Aléjate de las tentaciones. Deja de andar visitando plazas, qué haces rondando por ahí si no tienes nada que comprar. Si vas a hacer la compra de la casa, entonces ve a los supermercados que no tienen otros departamentos más que los de comida, ahhhh y no se te ocurra ir con la tarjeta, te dolerá más si ves el dinero en físico que si no lo palpas en papel.

Anota cada gasto. Hasta los chicles que te comas o las botellitas de agua que tomes, así a final de mes verás cuánto gastaste y más importante aún, en qué lo gastaste, así irás eliminando.

Nada de andar buscando ofertas. Eso es una trampa, a veces compras cosas sin necesitarlas, sólo porque tienen una etiqueta de “Descuento”, ya te digo, si lo necesitas está bien, pero de lo contrario, todo lo que no te haga falta, es caro.

Vete a comprar siempre con una lista. Lo que no está en la lista no se compra. Haberlo apuntado…

Si una imagen vale más que mil palabras, acá te dejo el tráiler de la cinta “Confessions of a Shopaholic”.

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