La Arquidiócesis de Santo Domingo inauguró ayer el Jubileo Extraordinario de la Misericordia con una peregrinación desde el Convento de los Dominicos hasta la Catedral Primada de América, donde se dio apertura a la Puerta Santa.
Sacerdotes, monjas y cientos de fieles se dieron cita a la ceremonia de inauguración de un Año Santo que servirá para crecer en la convicción de la misericordia, reflexionar, meditar y purificar los pecados mediante las indulgencias plenarias, dijo monseñor Amancio Escapa, quien ofició la misa en nombre del cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez.
“Hagamos de este año un espacio de júbilo, de alegría, pero esa alegría que nos brote de dentro, porque hemos experimentado el amor de Dios”, precisó.
Escapa recordó que la celebración de apertura de la Puerta Santa en unión de toda la Iglesia se hace por voluntad del papa, Jorge Bergoglio, que ha querido que se realice ese gesto que supone la presencia de Jesús, como rostro de la misericordia del Padre.
En la homilía exhortó a los asistentes a abrir también la puerta de sus corazones, a encontrarse a sí mismos para que luego abran esa puerta a los que les pidan perdón, consuelo y a aquellos que reconozcan sus pecados y sientan el deseo de conversión.
Expresó que durante el periodo jubilar, que se extenderá hasta el 20 de noviembre de 2016, el papa desea introducir a todos en el misterio de la misericordia del gozo de Dios. Dijo que esa misericordia significa que el Todopoderoso pone su corazón en la miseria y las debilidades de todos sus hijos, que es lento a la cólera y rico en amor y en fidelidad.
Recomendó a los fieles no hacer extorsiones, a dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, educar al que no sabe y así cumplir con las demás invitaciones de Cristo y el magisterio de la Iglesia.
Ritual necesario ante tanta violencia
Más temprano, en el Convento de los Dominicos, monseñor Lorenzo Vargas, dijo que el Jubileo Extraordinario de la Misericordia que dio inicio el martes en la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro en el Vaticano, ha sido convocado porque se hace necesaria la misericordia de Dios y de todos los católicos en el momento histórico que se vive de tanta violencia, de tanta pobreza y de tantos problemas que preocupan la humildad, de lo cual el Papa está convencido.
La ceremonia inició a las 4:00 de la tarde con una reunión en el referido Convento, cuyos asistentes peregrinaron hasta la Catedral.
El Año Santo es convocado cada 25 años
La tradición del Año Santo se remonta al 1300, bajo el papado de Bonifacio VIII, quien decretó celebrarlo cada siglo. Sin embargo, desde el año 1475 se pasó a convocar cada 25 años para permitir a cada generación vivir al menos un Jubileo ordinario, mientras que los extraordinarios son anunciados a raíz de un acontecimiento de especial relevancia. Los Años Santos ordinarios celebrados hasta la fecha han sido 26, el último en 2000.
