Esmil Rogers, azul de profesión, pero con un toque verde en su corazón, cumplió ayer con la misión encomendada por la gerencia de las Estrellas que lo convirtió en la primera selección del sorteo de nativos para el Todos contra Todos.
Hubo un dilema: ¿que si los Orientales dejarían pasar a Juan Francisco, el poderoso bateador del Licey para quedarse con Rogers?
Debido a una lesión, Francisco tuvo una estada efímera con las Águilas, cual golondrina de un solo verano, dicho sea de paso apenas dio un cuadrangular para los amarillos en tres partidos que jugó.
Hoy la tropa de Miguel Tejada se encuentra en los estertores de la muerte, sumergida en una situación bien difícil. Debe ganar todos los que le quedan y que los Orientales pierdan sus tres compromisos para que se celebre un partido decisivo. Sería injusto decir que el derrumbe de los amarillos fue culpa de Juan Francisco.
Pero la vida se mide por los resultados y Rogers hizo un buen papel, incluida su salida de calidad anoche en San Pedro de Macorís.
El derecho perdió su primera apertura contra los Gigantes, que le hicieron cuatro vueltas en el primer episodio. Luego volvió a caer, pero los Toros solo le hicieron una en seis entradas. Después salió sin decisión ante los mismos Toros, que le fabricaron dos anotaciones en cinco entradas y dos tercios de nueve ponches.
Y anoche en cinco actos le hicieron una vuelta inmerecida y retiró a cinco por la vía del ponche. En general tuvo foja de 1-2 con 23 ponches (líder del Round Robin) y un promedio de carreras limpias de 2.95 en 21 entradas y un tercio. Le dieron 20 imparables y cedió cinco bases por bolas.
Las Estrellas tuvieron oportunidad de ganar en cada salida suya y el partido de anoche vale por mil.
Se gana con pitcheo.
Apunte esto
Los Gigantes, aunque perdieron, están en la final…Era muy difícil que se quedaran fuera…Crédito a la escuadra que hizo su diligencia al llegar a 10 victorias…Felicidades para la plana mayor, la gerencia del silente, pero efectivo René Francisco y el siempre decente Audo Vicente, quien regresa a la final por tercer año seguido.
