Aquello de que no hay sombreros para tantas cabezas fue tomado como una salida ante las aspiraciones en suma por cargos administrativos de quienes trabajaron en la campaña presidencial de Danilo Medina y esperaban recompensa. Con el paso de los días, tras el ascenso al poder de El Titán de Bronce los que aún no han sido beneficiarios de designaciones por decretos, se tornan más ansiosos con la sola expectativa de quedarse sin sombrero. Es verdad que faltan unas cuantas direcciones y subdirecciones generales de poca significación y monta, y que aún el Poder Ejecutivo no ha comenzado a tocar las posiciones del servicio exterior, pero el círculo se está cerrando y hay gente que está realmente desesperada. Basta con saber del lobbismo indetenible con los ministros y asistentes a quienes se tiene como más influyentes. Nadie quiere quedarse fuera y los que de arrancada querían ministerios y/o direcciones de importantes instituciones, ya se transan por lo que sea. ¡Qué política más sabrosa la nuestra…!
Por la culata
Por más que brinquen y pataleen, al sector perredeísta que orienta el presidente Hipólito Mejía se le fue el tiro por la culata en sus propósitos de que la Organización de Estados Americanos acogiera sus alegatos contra la legitimidad del proceso electoral del pasado 20 de mayo. Lo que no pudieron hacer los lobbistas que se asegura recibieron jugosas mesadas para llevar el caso con la promesa y garantía de poner sobre el tapete en influyentes oficinas de Washington los argumentos hipolitistas, no se podrá alcanzar ahora con retardadas declaraciones de prensa. Ya la OEA aprobó el informe de su misión de observadores y con ello no solamente le dio un espaldarazo a la Junta Central Electoral sino al proceso comicial mismo. ¡Ah! y que conste, que aunque se diga otra cosa, la información sobre el conocimiento y aprobación del informe llegó a través de las agencias de noticias con corresponsales en la sede del organismo hemisférico. ¡Buuueeenooo…!