El poder económico atribuido al exjefe de operaciones de la DNCD contrasta con las supuestas limitaciones de una fundación benéfica presidida por su esposa.
A Francisco Antonio Hiraldo Guerrero, pedido en extradición por Estados Unidos por sus presuntos vínculos con la red criminal liderada por Quirino Ernesto Paulino Castillo, se le atribuye haber ganado, en tan solo dos años, dos millones 500 mil dólares, como pago por encubrir y proteger el envío de 25 cargamentos de drogas al exterior.
Pero esta riqueza que se le endilga al oficial, que en 14 años en la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) ocupó 25 funciones de mando, parece estar muy lejos de la humildad que proyecta la “Fundación Dios es Bueno”, presidida por su esposa Bethania Rivas de Hiraldo.
Esta fundación de beneficencia pública se define como una entidad sin fines de lucro que tiene como objetivo ayudar a niños, ancianos, jóvenes y padres de familias desvalidos o víctimas de los niveles de pobreza que padece el país.
En la página web de esta fundación, www.fundaciondiosesbueno.org, su principal directiva explica que la idea de crear una entidad para ayudar a los pobres nace después de transcurrir varios años ayudando a personas de escasos recursos, “valiéndonos tanto yo como mis familiares, de los pocos o muchos recursos de que disponíamos y pidiéndole ayuda a vecinos y a personas con corazones nobles, para aquellos que están en el olvido”.
“Un sueño”
Señala que la “Fundación Dios es Bueno” es un sueño hecho realidad de su fundadora y presidenta, Bethania Rivas de Hiraldo, “quien confía plenamente en un Dios vivo, un Dios bueno que abrirá las puertas y corazones de personas como ustedes para ayudar a llevar un granito de amor, fe y esperanza a aquellos que no tuvieron la suerte de tener un hogar estable y una mejor vida”.
Rivas: “Como cristianos, Dios nos llama a ayudar”
La misión de la fundación tutelada por la esposa del oficial más influyente de la DNCD en las últimas décadas, está definida por una filosofía religiosa que resalta la creencia, de esta familia, en Dios y en sus preceptos divinos. “Como personas cristianas, entendemos que nuestra misión a la que Dios nos ha llamado es ayudar, trabajando arduamente dentro y fuera de la fundación”.
