Santiago. Despojarla de sus hijos, negarles sus prestaciones laborales o la indiferencia en los cuarteles son de las vejaciones que enfrentan las mujeres prostitutas.El estigma de la prostitución les niega no solo sus derechos sino que alimenta los patrones de violencia de hombres contra mujeres.
Tan solo en lugares de diversión, cabaret o car wash, el Centro de Orientación e Investigación Integral (COIN) ofrece ayuda a dos mil trabajadoras sexuales que han enfrentado esas situaciones. A medida que crece el desempleo, comienza a aumentar el número de prostitutas, algunas salidas de las zonas francas.
En el entorno de la Plaza Valerio, entre las calles Santiago Rodríguez con Restauración, laboran diariamente 100 mujeres como trabajadoras sexuales. Josefina Pérez lleva ocho años vendiendo sus cuerpos, tras ser cancelada de la empresa donde laboraba.
“Tengo siete hijos y ahora tengo que buscar cómo mantenerlos para que no se mueran”, apunta al hablar, con reporteros de elCaribe.
Pese a que en principio eran pocas las que ocupaban el espacio de la Valerio, ahora comparten el oficio con mujeres de nacionalidad haitiana, quienes reciben mayores vejaciones de los clientes.
En algunos casos tras despedirlas de los lugares donde laboran, los dueños de los negocios les niegan sus prestaciones y al parecer hasta la justicia les da la espalda al momento de acudir a reclamar sus derechos ciudadanos. Confirma que las denuncias más comunes son por agresiones físicas, pero cuando acuden a los cuarteles, ni siquiera son recibidas por los policías, pues ven los maltratos como parte de la labor de las trabajadoras sexuales.
Trabajo social
La psicóloga clínica Yenny Ramírez Ferreira, coordinadora provincial del COIN, refiere que la situación comienza a cambiar y ya son muchos los patronos que reconocen los derechos de las trabajadoras sexuales.
“En muchos casos, quienes las contratan ya están pagándoles sus prestaciones después de la labor que hemos ejercido de concienciación”, apunta Ramírez, al participar en la tribuna de denuncias organizada por la Colación Sociedad Civil por el Derecho a la Vida de las Mujeres.
Dice que han trabajado con varios casos, en que la justicia les niega la custodia de sus hijos o se los quitan y los entregan al padre, lo que considera un estigma.
En barrios como La Joya y Baracoa, al menos dos mujeres murieron de forma violenta a principios de este año, encontradas a escasos metros del río Yaque del Norte, pero por desconocer las causas, hasta el mismo Ministerio Público y organizaciones que luchan por los derechos de la mujer no las colocan como víctimas de feminicidios.
Zonas casco urbano son utilizadas para esos fines
Sin importar que se trate de las ocho de la mañana o las 11 de la noche, la práctica de la prostitución comienza a verse como algo normal, sin tener que contar con una zona rosa específica como han propuesto algunos sectores. Los parques Duarte el y Colón, la zona monumental son disputadas por mujeres y homosexuales a la vista de las autoridades.
En la Valerio es normal cuando una mujer le silba a un hombre y éste ya conoce que se trata de propuesta para sostener relaciones. Los precios por favores sexuales son de 200 pesos.
