Como buen amante del baloncesto les digo: ¡no me vayan con el amague!
Si piensan que el pleito entre Álex Rodríguez y las Grandes Ligas ha sido largo y tedioso, lo que viene tendrá una mayor connotación y será mucho más prolongado y cansón aún.
Tal y como se esperaba, Rodríguez fue el único de los peloteros que apeló su suspensión y eso le permite jugar béisbol mientras dure el proceso. El caso no ha llegado a su fin, todo lo contrario, apenas comienza.
Ahora viene el extenuante proceso de apelación que probablemente se torne más largo que lo que hasta el momento ha sido todo.
Cuando hay apelación en los casos de esteroides, el primer plazo son los tres días para que el implicado decida si apela o no. Si lo hace, como Álex, entonces su caso va a una audiencia donde una de las partes presentará las pruebas y la otra tratará de restarle validez, un proceso que puede tomarse hasta 20 días más. Después de ahí el árbitro encargado, Fredric Horowitz, tiene 25 días para emitir un fallo.
Esto quiere decir que un posible veredicto llegaría en noviembre cuando ya haya acabado la temporada en las Grandes Ligas. Así que descuiden: Álex se ganará sus 8.5millones de dólares restantes trabajando en el campo si así lo decide el dirigente Joe Girardi.
A mi juicio, Girardi no tiene más que poner a jugar a Álex todos los días, pues, amén de que lo necesitan, los Yankees no se pueden dar el lujo de enlodarse más de lo que están en este pleito.
Lo escribí en una entrega anterior: Los Yankees han victimizado a Rodríguez por su mal manejo del caso, así que ahora, pienso, tienen que tratarlo con el pétalo de una rosa, como a una quinceañera.
Tanto va a durar esto que si hubiere un fallo en contra de Álex sencillamente él puede ir a otra instancia en donde se conocería otra vez. Aunque parezca descabellado en estos momentos, no duden ustedes que este tema llegue hasta donde las autoridades federales norteamericanas (FBI incluido) por connotación propia de los casos de esteroides. Esto va para largo, señores. No se queda ahí, así que pónganse lo más cómodos posible.
