Estudio sugiere incertidumbre marca la vida en bateyes

La investigación examina ligeramente la evolución de las políticas públicas respecto al registro civil de la población de los bateyes nacida en territorio dominicano.

La investigación examina ligeramente la evolución de las políticas públicas respecto al registro civil de la población de los bateyes nacida en territorio dominicano.A los trabajadores haitianos y de origen, así como los niños y niñas en edad escolar, les espera un futuro sin esperanzas y de negación de derechos mientras continúen indocumentados, según el estudio “Estado de la cuestión de la población de los bateyes dominicanos en relación a la documentación”, del Observatorio Migrantes del Caribe.

De acuerdo con el estudio de Natalia Riveros, si hoy día miles de inmigrantes haitianos y nacidos en territorio dominicano, pero de origen haitiano, que dedicaron sus vidas a trabajar en los bateyes no disfrutan de una pensión ni tienen acceso a ningún tipo de seguridad social, se debe a su condición de indocumentados.

Recuerda que durante la época del reclutamiento de trabajadores haitianos bajos los acuerdos bilaterales con Haití, a los empleados de los bateyes se les descontaban las cuotas del seguro social de sus sobres de pago, dándole al empleado acceso a los dispensarios y hospitales del Instituto Dominicano de Seguros Sociales (IDSS), pero excluyendo a sus esposas si no trabajaban para el ingenio, y a los hijos.

La situación de los trabajadores, explica, se agravó toda vez que el Consejo Estatal del Azúcar (CEA) no reportaba al IDSS la totalidad de los descuentos, lo que, de acuerdo con el Seguro Social, invalida a los braceros para optar por una pensión.

Asimismo, observa que a partir del año 2001 el nuevo sistema de seguridad social excluye de manera formal a los trabajadores migratorios en condiciones de irregularidad.

“Esto significa que muchos de los trabajadores jóvenes de los bateyes que actualmente trabajan en la industria azucarera y otros sectores de la economía, cuando no estén en condiciones de trabajar en el futuro no tendrán derecho a pensión y consecuentemente no podrán defenderse económicamente por ellos mismos para poder subsistir”, subraya.

Al respecto, recuerda que las condiciones de vida de miles de exbraceros es un drama que refleja “El futuro que les espera a los trabajadores actuales que no tienen acceso al IDSS por falta de documentación migratoria”.

Niños sin escuelas

Según el estudio, en la República Dominicana se aplica la práctica de requerir acta de nacimiento para registrar a los estudiantes en las escuelas públicas, a pesar de que la Constitución de la República prevé el acceso universal y gratuito a la educación básica.

Sostiene que esto “ha impedido que muchos niños/as migrantes y dominicanos/as de ascendencia haitiana indocumentados que viven en los bateyes puedan acceder a la educación”.

Observa que organizaciones no gubernamentales han detectado que dicha práctica no es uniforme y que en muchos casos queda a disposición del centro educativo. Sin embargo, dichas organizaciones entienden que “la exigencia de documentación en algunos casos se utiliza como excusa para negar el acceso a la educación a migrantes haitianos/as y de ascendencia de migrantes haitianos/as”. Explica que los niños/as impedidos de acceder a la educación son particularmente vulnerables a insertarse en actividades delictivas.

Una mirada hacia el problema migratorio

De acuerdo con Bridget Wooding, directora del Observatorio Migrantes del Caribe, el objeto del informe es contextualizar la evolución histórica de la migración laboral haitiana hacia los bateyes, enfatizando en la situación de indocumentación que ha caracterizado a la mayoría de la población de los bateyes. Al respecto, da una mirada a las últimas legislaciones sobre migración y formas de adquisición de la nacionalidad, pero sin definir posición.

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