La única manera de bajar la incidencia de enfermedades prevenibles y relacionadas con factores de riesgo es poniendo en marcha la prevención y la promoción de la salud. Ya casi tres millones de dominicanos se encuentran dentro del régimen contributivo de la seguridad social.
Estos son portadores de una tarjeta o carnet que le da cobertura dentro de un programa de prestación que se denomina plan básico de salud. Sin embargo, la posibilidad de realizar chequeos médicos programados orientados a la prevención de enfermedades cardiovasculares, cáncer, diabetes entre otras, es un verdadera quimera.
Pero es lamentable que aun las Administradoras de Riesgos de Salud (ARS) se resistan a dar cobertura para esos propósitos, condenando a la población a quedarse a merced de padecer estas dolencias, las cuales encabezan las listas de las principales causas de muertes de los dominicanos.
Por eso es tiempo ya de que aquellos que son beneficiarios del régimen contributivo empiecen a exigir para que se acepten planes preventivos con estos fines.
Con esta estrategia en marcha se estarían beneficiando de forma directa las propias empresas aseguradoras, ya que estarían anteponiendo y detectando problemas de salud que luego, en etapa tardía, se convierten en verdaderas cargas financieras para esas empresas y para las familias allegadas.
