Fantasías fronterizas

En una charla en la Cámara Americana de Comercio, en Puerto Plata, nuestro canciller, persona que consideramos íntegra y decente, calificó como “una fantasía las pretensiones de quienes propugnan por la construcción de un muro que divida los…

En una charla en la Cámara Americana de Comercio, en Puerto Plata, nuestro canciller, persona que consideramos íntegra y decente, calificó como “una fantasía las pretensiones de quienes propugnan por la construcción de un muro que divida los territorios de Haití y la República Dominicana”.

Dos días después de la charla, el periódico Hoy publicó que solo queda el 10% del Parque Nacional Sierra de Bahoruco, depredado por el trasiego de carbón a Haití. Aún más, el mismo día de la charla se anunciaba que una empresa de Israel gestionaría la frontera de Haití.

De la compañía de seguridad israelí, con sus siglas crípticas, poco se sabe. El escueto comunicado informa que HLSI vigilará el aire, mar y tierra de la frontera y reforzará nueve puestos aduanales haitianos. La señora Eva Peled, representante de la empresa israelí, tiene una experiencia “operacional” en la fuerza aérea de Israel de casi cuatro años. Es decir, se trata de una empresa altamente calificada, que controlará la frontera de acuerdo a los intereses del Estado haitiano, tal como declaró el Sr. Laleau, ministro de Economía: “La gestión de las fronteras constituyen un gran desafío para el Estado haitiano, que pierde cada año mucha plata y que no logra controlar el tráfico que ocurre…”.

Entonces, ciertamente la frontera dominicana debía y debe ser controlada. La valla fronteriza se construirá del lado haitiano de manera electrónica y tecnológica, y la idea dominicana de una valla física no resulta descabellada, en un país incapaz de mantener sus semáforos. Cabe preguntarse si la pasividad de nuestras autoridades resultó de un condicionamiento por parte de los organismos internacionales, que tenían su propia agenda. Cabe preguntarse si el control se hubiera instalado de nuestro lado, si nuestras autoridades hubieran actuado asertivamente. En realidad, los organismos internacionales decidieron poner el control del lado de Haití y de mano de un grupo de expertos, que superan en tecnología, armamento y entrenamiento todo lo que los dominicanos podamos poner de frente. Pero no nos equivoquemos, siempre de acuerdo a los intereses del Estado haitiano, no importan los desmentidos que se nos hagan.

Siendo así, nuestros productos entrarán a Haití cuando se nos permita. Los ilegales entrarán a nuestro territorio, cuando otros así lo decidan. Los repatriados podrán entrar allá, cuando otros así lo acepten. Hemos quedado a la merced de las circunstancias de un país 10 veces mas débil, pues cuando un estado renuncia a ejercer sus responsabilidades y defender sus intereses, provoca un vacío que llenarán otros, de acuerdo a sus propios intereses. Ese es el ABC del poder. Las relaciones entre las naciones se fundamentan en sus intereses y poder. El que renuncia a jugar, o juega mal, simplemente pierde…

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas