Fernández, Julián Javier y Mateo Alou, inmortales latinos

Tony Fernández se quedó para el final de la ceremonia, pero valió la pena esperar para escucharlo.Fernández, junto a Julián Javier y a  Mateo Alou (póstumo), fueron los dominicanos exaltados en el cuarto ceremonial del Salón de…

Tony Fernández se quedó para el final de la ceremonia, pero valió la pena esperar para escucharlo.

Fernández, junto a Julián Javier y a  Mateo Alou (póstumo), fueron los dominicanos exaltados en el cuarto ceremonial del Salón de la Fama del Béisbol Latino celebrado en el anfiteatro  de Altos de Chavón, Casa de Campo, La Romana.

“La grandeza de un hombre no se mide por su éxito”, dijo  Fernández en su discurso. “Se mide por la manera cómo influye en su entorno y por el trato que brinda a sus semejantes considerados pequeños”, agregó.

Como hombre de fe, el ex torpedero de los Azulejos de Toronto agradeció e invocó a Dios, y dedicó el reconocimiento a sus padres fallecidos y a don Epifanio Guerrero por sus tantos consejos a lo largo de su carrera.

Don Julián Javier, inmortalizado por el comité de veterano, recibió el galardón de manos de su hijo Stanley Javier y las palabras apenas le salieron en su breve discurso.

El homenaje póstumo a Mateo Alou lo presentó Tony Peña y lo recogió su viuda Teresa, quien pronunció emotivas palabras.

Como ellos tres, otras grandes luminarias latinas recibieron su nicho en la inmortalidad en el acto que fue dedicado a Puerto Rico. 

El primero en recoger su reconocimiento de manos de su compatriota Bernie Williams fue el dos veces Jugador Más Valioso de la Liga Americana, Juan Igor González. “Gracias a Dios, a mi familia y a mi confianza pude lograr el sueño que todo niño quiere realizar, que es llegar a las Grandes Ligas”, apuntó Igor.

Siguieron las exaltaciones de los cubanos Miguel Cúellar y Octavio (Cookie) Rojas, el mexicano Teodoro Higuera, el panameño Rennie Stennett y el venezolano Tony Armas.

Los cubanos Santos Amaro y Silvio García, el venezolano Víctor Davalillo, el panameño Humberto Robinson, el mexicano Felipe (Clipper) Montemayor y el boricua Víctor Pellot Power fueron inmortalizados por el comité de veteranos.

El apodado “Cangrejero mayor”, el puertorriqueño Pedrín Zorilla, fue exaltados como propulsor gracias a sus grandes aportes al béisbol latino como dueño de los Cangrejeros de Santurce.

Cabrera, el más aplaudido
En la velada, el venezolano Miguel Cabrera recibió la distinción como Latino de Oro por su gran temporada en 2012 con los Tigres de Detroit. “Es un gran honor estar aquí esta noche con tantas grandes figuras que nos abrieron el camino en las Grandes Ligas”, afirmó Cabrera, Jugador Más Valioso de la Liga Americana.

Cabrera fue el más ovacionado de la noche. En la ceremonia hubo reconocimientos para Jackie Robinson, el primer jugador de color en las Grandes Ligas, los Gigantes de San Francisco, los Marlins de la Florida, los escuchas Horacio Martínez (fallecido) y Epifanio Guerrero y para el Salón de la Fama de Cooperstown.

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