Con la celebración del miércoles de Ceniza, la Iglesia católica inició ayer la Cuaresma, período de 40 días que da paso a la Semana Santa y la Pascua de Resurrección. Los feligreses acudieron ayer a misa temprano en la mañana y para los que no pudieron también hubo celebraciones en la tarde en las catedrales y otros templos. Como es tradición, los fieles recibieron en su frente la unción de la cruz con óleos bendecidos.
Jesucristo murió crucificado y durante este período los católicos recuerdan su sufrimiento y aumentan las actividades reflexivas, penitenciales y de ayuna.
Fray Santiago Batista, párroco de la iglesia Las Mercedes, expresó su deseo de que esa reflexión ayude a reducir los niveles de violencia intrafamiliar y suicidios que afectan a la población.
La cuaresma es un tiempo para acercar a la persona a sí misma, porque muchas veces está perdida en una situación, que su interioridad está destruida y hay que recobrar la propia personalidad, comentó el padre Luis Rosario, coordinador de la Pastoral Juvenil.
Dijo que la Iglesia ve en estos tiempos una oportunidad de conversión, transformación espiritual y búsqueda de valores que permitan a los seres humanos crecer, “porque el ser humano fácilmente se puede ir deteriorando y si no se sacude el polvo del camino, si no hace suya lo que son esas fuentes de ideales que encontramos sobre todo en el Evangelio, fácilmente el ser humano se destruye”.
Este tiempo es además, señala el padre Rosario, una oportunidad de recobrar las relaciones con los demás, porque no puede existir respeto y amor a sí mismo si no se respeta a los demás.
Ojalá que esta ayuna ayude a sofocar esta codicia, esta soberbia y esta ira que hay en el dominicano”.
Fray Santiago Batista
Párroco de Las Mercedes
