Si el mundo llegase a tener su fin, finalmente entenderemos la visión cinematográfica de un montón de películas que retratan el momento apocalíptico con una imaginería tan rica como la del mago Merlín. Teorías milenarias que el cine en poco más de cien años, desde su invención, ha podido recrear con dignidad, espectacularidad y… un poco de escepticismo.
Imágenes en tercera dimensión que ubican al invencible Bruce Willis dirigir a un escuadrón de intrépidos voladores que viajan al espacio, enviados por la NASA, para destruir un asteroide del tamaño de Texas que impactaría la tierra dejándola añicos sin vida alguna. Armagedón (1998) recrea con dignidad esta teoría viejísima que los científicos nunca han destacado.
Para evitar el fin del mundo, por lo menos en el cine, se necesitan hombres fuertes como Willis (el hombre duro de matar) y soldados incondicionales como el capitán Steven Hiller que interpreta con gracia Will Smith en Día de Independencia (1996). Un hombre con coraje, que tiene el valor de volar su nave al corazón de una nave pilotada por extraterrrestres que amenazan con la humanidad.
Ha sido Estados Unidos el país defensor de esa humanidad, siempre en peligro, por lo menos en el cine. Pocas comedias como Mars Attacks! de Tim Burton se han burlado con tanto ingenio de un posible ataque marciano, como dice el título de esta divertida sátira, en la que un inmejorable Jack Nicholson hace de presidente paranoico que ordena a su armada a matar a los hombrecitos verdes venidos del lejano planeta.
Un cataclismo más global es el que retrata Roland Emmerich en 2012, una cinta de acción donde se construyen, en tiempos de la gran tecnología, naves espaciales que aluden al arca de Noé, para acoger a ciudadanos del mundo, la elite que sobrevivirá al Día Final. Finalmente, recuerdo otras películas sobre el final del mundo: El día de mañana, Impacto profundo, La carretera y, otra más reciente, El libro de Eli, donde el carismático Denzel Washington deberá superar lo insuperable. Puede que no veamos el fin del mundo, pero es seguro que el cine se seguirá alimentando del tema.
