1. Descansa. Un sueño reparador devuelve la frescura y elasticidad de la piel, dando un aspecto juvenil y rozagante a la mañana siguiente. Por tanto, trata de dormir ocho horas diarias los días previos a la sesión de fotos.
2. Adiós ojos cansados y ojeras. Prepara cubitos de hielo con té verde, éste es un desinflamatorio natural muy eficaz. Aplicarlo en tus párpados por 10 minutos, te ayudará a desinflamarlos y lucirás radiante.
3. Mascarillas faciales. Las mejores aliadas. Permiten revitalizar la piel rápidamente, prefiere las de preparación natural. La mascarilla anti estrés por excelencia es la de pepino, gracias a sus propiedades desinflamatorias y astringentes, ideal para matizar el brillo.
4. Baños relajantes y aguas termales. Ideales para relajarte y controlar la ansiedad. Impregnan la piel de minerales haciendo que ésta luzca renovada. Para estos baños puedes utilizar salvia, lavanda o sales de magnesio.
5. Incrementa el consumo de líquidos. La hidratación es vital para lucir una piel fresca. Lo aconsejable son dos litros de agua al día. Si se te dificulta tomar agua sin sabor, prueba con infusiones de frutas naturales.
6. Recurre al agua fría. Lavar tu rostro con agua fría promueve la humectación natural de la piel, además de que tonifica y cierra los poros casi al instante.
7. Rocía tu piel con agua termal o tónico de rosas durante el día. Es una excelente opción para tu piel, permite refrescarla, equilibrarla y mantenerla humectada. Ideal para pieles que enrojecen fácilmente o presentan sensibilidad al sol.
