Fuegos artificiales a las puertas de Rusia, Ucrania desfallece (2)

Con la destitución del presidente ucraniano y la posible incorporación de ese país a la Unión Europea, el parlamento de Crimea, quizás animados en parte por los 14,500 dólares del PIB per cápita de Rusia frente a los 3,700 dólares del de Ucrania,&

Con la destitución del presidente ucraniano y la posible incorporación de ese país a la Unión Europea, el parlamento de Crimea, quizás animados en parte por los 14,500 dólares del PIB per cápita de Rusia frente a los 3,700 dólares del de Ucrania, ha votado casi a unanimidad -con solo un voto disidente- su decisión de volver a ser parte de Rusia, lo que es criticado, además de Ucrania, por Estados Unidos, la Unión Europea, Inglaterra, entre otros.

La discusión se centra entre los que piensan que se han violado preceptos del derecho internacional y los que no. Obviamente, cada parte defiende su posición, sin embargo es notorio el hecho de que el ejercicio de la autodeterminación de los pueblos, plasmada en los textos de derecho internacional y en la Carta de las Naciones Unidas, ha permitido el nacimiento de decenas de Estados en las últimas décadas, por lo que es de entender que, casi como un silogismo epistemológico, si este criterio jurídico permite a un pueblo dotarse de sus instituciones y estructura operativa y real para convertirse en un Estado soberano, de la misma forma podría este mismo principio otorgarle la prerrogativa de, contando con la institucionalidad deliberativa, como el caso de Crimea, votar a favor de volver a ser parte de Rusia, máxime cuando sus habitantes se sienten más rusos que ucranianos.

Es curioso como los que defendían el principio de determinación en Kosovo o en Sudan del Sur, ahora pretenden desconocerlo.

De las sanciones a Rusia

Indudablemente esta situación con Rusia ha terminado favoreciendo, en lo inmediato, a los Estados Unidos, sin embargo, puede que no funcione así en un futuro cercano.

Le favorece, por ejemplo, que el acuerdo de libre comercio e inversión (TPIP) que gestionaba EE.UU. con la Unión Europea y cuyas negociaciones se habían visto interrumpidas a raíz del escándalo por el espionaje norteamericano, podrían retomarse en este contexto geopolítico en el que ambas partes se necesitan más que nunca.

La Unión Europea importa de Rusia más de un 30% del gas que consume y, en caso de que la desavenencia llegue al punto de que se interrumpa el suministro del mismo, los Estados Unidos, muy prestos, han ofrecido venderle, solo que por razones de lógica geográfica el precio de venta sería muy superior al que pagan a Rusia, casi tres veces más.

Más adelante las cosas podrían complicarse para Estados Unidos y para la Unión Europea en caso de que persistan o aumenten las sanciones a Rusia. Alemania, que ha estado clausurando sus centrales nucleares, necesita el triple del gas que utilizaba antes y que compra a Rusia. Las inversiones de los Estados Unidos en Rusia alcanzan la suma de más de 14,100 millones de dólares y las ventas de las empresas norteamericanas a los rusos rondan los 46 mil millones de dólares, por lo que una respuesta contundente de Putin podría hacer peligrar esos recursos para los Estados Unidos. De hecho, ya ha reunido a los empresarios más importantes y ricos de su país y les ha instado a registrarse ellos y sus empresas en Rusia, lo que, aparte de la popularidad que ostenta en este momento, incrementaría las recaudaciones fiscales y por tanto, también su poder en cifras astronómicas.

Por último, podría producirse que Rusia vuelque su atención y sus negocios hacia China y el Pacífico y, además, detener la colaboración que presta a la resolución de los conflictos en Medio Oriente, lo que haría peligrar la paz en esa zona y podría hacer colapsar el suministro de petróleo y el tránsito del gas que llega por el Mediterráneo a Europa por medio de gasoductos que atraviesan a Siria, por ejemplo. Pero además, se fortalecería la polarización del Pacífico con China y Rusia a la cabeza, lo que a Estados Unidos no le hace mucha gracia.

En este contexto, cabe preguntar, ¿por qué las naciones más poderosas no entienden que el equilibrio de poder pacífico y sin triquiñuelas es fundamental para mantener la paz y el multipolarismo? Si ese equilibrio fuese la regla y todos la respetaran no habría países imponiéndole castigos a otros y éstos no tendrían la necesidad de defenderse.

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