En momentos que todos los partidos “calientan los motores” para la competencia que culminará con las elecciones del 15 de mayo, el poeta y político Oquendo Medina sorprende a los lectores con la publicación del ensayo “Función pública y clase política”, en el que trata temas tan espinosos como el de la ética que entiende imprescindible para el sano ejercicio de esas disciplinas, vistas con un criterio de Estado y de Sociedad.
Todo el mundo conoce la militancia política del autor, quien incluso fue diputado por el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y ha desempeñado diversos cargos en los gobiernos de esa organización. Pese a esa condición, el libro se deja leer como si lo escribiera un académico alejado de la cotidianidad partidaria, ya que los méritos que le reconoce a su agrupación nada tienen de hiperbólicos ni propagandísticos.
Fiel al método científico, Medina define los conceptos que se propone dilucidar antes de entrar en materia, con citas de autores que la comunidad académica le otorga autoridad y prestigio. El concepto de “función pública” es el mismo del Comité Jurídico Interamericano, en tanto que toma prestada al tratadista Gaetano Mosca la definición de “clase política”, que es la de los gobernantes, frente a los gobernados, que son la mayoría.
Pero Oquendo no pudo escaparse de referir la corrupción, como “acción y efecto de corromper. Apropiarse de lo ajeno. En donde un individuo o más actúan con el único fin de enriquecerse de manera ilícita. Aprovecharse indebidamente de los fondos públicos”.
La obra se contextualiza con libros como “De Lilís a Trujillo”, de Luis F. Mejía, para mostrar los antecedentes traumáticos de la dictadura, para seguir con un recuento de la misma y las luchas democráticas recientes.
Un libro que merece ser estudiado por los que hacen carrera política y por los que aspiran a un país cada vez mejor gobernado.
