Santiago. La Fundación Monumento Viviente celebró 20 años de existencia, en cuyo período asistió a cien mil personas con programas de salud, educación y ayuda a ancianos. El presidente de la entidad que tiene su sede en el municipio Licey al Medio, al este de la provincia de Santiago, sacerdote Darío Taveras, informó que durante estos años, en medio de las dificultades, se han logrado muchas metas a favor de los más necesitados.
Precisó que tan solo con los programas de atención de la vista en el “Hospital de Ojos”, un total de 80 mil personas pobres provenientes de distintos puntos del país han sido beneficiadas con consultas. Además realizaron 6, 500 cirugías, se entregaron 15 mil lentes y efectuaron dos mil estudios.
Como parte de las actividades que desarrolla la Fundación Monumento Viviente, una gran cantidad de personas de escasos recursos económicos reciben atenciones en el Hogar de Ancianos y Ancianas, una escuela de educación primaria, campamentos de verano, biblioteca y escuela técnica para jóvenes.
El religioso explicó que la escuela Flor de Campo ha brindado educación a seis mil niños y ayuda 4,500 familias. A la actividad asistió el obispo emérito de San Francisco de Macorís, monseñor Jesús María de Jesús Moya.
