Ver a Karl Towns, Brandone Francis, Ángel Luis Delgado, Luis David Montero entrenar con la preselección nacional de baloncesto me hace pensar que el futuro está garantizado.Lo mejor del caso es que todos ellos tienen menos de 20 años y también son bien evaluados en el baloncesto de los Estados Unidos. Sabemos que probablemente Towns tenga realmente la oportunidad de hacer el equipo grande, pero el hecho de que estén ahí es más que una buena señal.
Como ellos, hay muchos muchachos dominicanos de esa edad que han conseguido becas a diferentes niveles a través del baloncesto y que igual se les reconocen sus condiciones atléticas en territorio norteamericano.
Por ejemplo, Diego Moquete, Oscar Cabrera, Miguel Dicent, Luis Santos y Eulis Vázquez. Cabrera, de hecho, acompañó a Ángel Luis Delgado en el Baloncesto Sin Fronteras que organizó la NBA en Argentina hace unos días. Delgado, incluso, fue el Jugador Más Valioso.
Dentro de la preselección nacional Sub-17 que actualmente practica también se encuentra un florido grupo de jóvenes talentos. Un par de ellos están en proceso de conseguir becas en Estados Unidos, algo que realmente confirma que estamos ante el nacimiento de una nueva generación de jugadores que en unos años habrá de sustituir a la actual, que está en la curva descendente ya.
He asistido con regularidad a los entrenamientos de la preselección Sub-17 y, más que calidad dentro de la cancha, he podido notar la calidad humana de este grupo de jovencitos de distintos puntos del país. Esto, para mí, es mucho más importante que el talento.
Es que la actual era moderna trae consigo muchas distracciones que a la postre se convierte en el peor enemigo de esos jóvenes. Muchos pierden el norte a seguir, porque creen que ya lo han logrado todo, de eso existen ejemplos de sobra en el deporte dominicano.
Uno espera que todos ellos lleguen al máximo nivel que es la NBA y, en su defecto, que puedan jugar en otras ligas del mundo como la ACB, porque es algo que beneficiará al país en muchos sentidos.
