El escritor Gabriel García Márquez fue un gran admirador de la República Dominicana, la cual visitó para reunirse con su amigo y maestro, el escritor y líder político Juan Bosch (1909 – 2001). La única visita al país, hace 35 años, del escritor colombiano Gabriel García Márquez, premio Nobel de Literatura 1982, fallecido el jueves en la ciudad de México, fue en 1979 para rendir un homenaje a quien consideraba su “maestro”.
En lo adelante, el mundo literario dominicano solidificaría una amistad con las seis novelas completas, cuatro novelas cortas, unas docenas de cuentos cortos y un puñado de obras de no ficción que durante medio siglo publicó el laureado escritor colombiano, que hizo uso de un rango de influencias impredecible y dominó estilos que lo hicieron el más complejo y más directo de los autores.
Gran parte del mundo supo de él a través de su expansivo clásico “Cien años de soledad”, pero también creó breves historias tensas como “Crónica de una muerte anunciada”, una novela corta publicada en 1981, o “El amor en los tiempos del cólera”, un éxito literario de los años 80 que muchos críticos ubican justo después de “Cien años de soledad”, en la que García Márquez recurrió abiertamente a la telenovela y el romance.
García Márquez dominó tanto lo externo como lo interno, la ceremonia pública y los engaños y decepciones privados. “El otoño del patriarca”, un devastador y agotador retrato de un dictador caribeño publicado a mediados de los 70, fue descrito por García Márquez como un “poema en la soledad del poder”, con todo y buitres irrumpiendo en el palacio presidencial.
Toda esta fascinación literaria, su realismo mágico, y el resto de su legado, unió en el dolor a Cuba y Estados Unidos, así como a los presidentes de los dos países que llevaba en el corazón, México y Colombia. Escritores, músicos y diversas personalidades del mundo han dejado sentir el hondo vacío que marcó su partida.
México, Colombia, su Aracataca natal… el destino final de las cenizas de Gabriel García Márquez no está decidido todavía, aunque todos los lugares importantes en la vida del escritor sueñan con conservar al menos parte de sus restos.
La familia tendrá que decir también qué pasará con una obra que estaba escribiendo García Márquez, “En agosto nos vemos”, según dijo en declaraciones reproducidas por la prensa local Cristóbal Pera, de la editorial Random House.
Lo que sí está seguro es que México despide hoy al célebre escritor con un homenaje abierto a todos sus admiradores y que incluirá compases de Bartók y vallenatos, así como las flores amarillas a las que era aficionado.
Los presidentes de Colombia, Juan Manuel Santos, y de México, Enrique Peña Nieto, estarán presentes en el acto que se hará en el Palacio de Bellas Artes, Ciudad de México, a partir de las 4:00 p.m. Colombia hará otro, el martes, en la Catedral Primada de Bogotá.
