Gloria

Es un filme sobre la condición humana y la capacidad de sobrevivir a tragedias individuales muy personales de una mujer de la tercera edad y todo lo que siente ya madura, de clase media alta, en una sociedad latinoamericana. Lo que se destaca en…

Es un filme sobre la condición humana y la capacidad de sobrevivir a tragedias individuales muy personales de una mujer de la tercera edad y todo lo que siente ya madura, de clase media alta, en una sociedad latinoamericana. Lo que se destaca en todo momento es la calidad de la actriz que hace el personaje-título. No cuenta historia adversa ni épica, ni tampoco se inclina por sensacionalismo, se va al día a día de una mujer que debe empezar a vivir su vida contando desde cero. Una parábola afectiva de un ser humano en la medianía de su existencia en una trama de esa mujer que ha criado hijos y está divorciada… entra en un viaje de nuevas revelaciones: independencia económica y afectiva,  descubre que puede superar cualquier miedo en tomar iniciativas. Es la mujer que evoluciona frente al hombre que se ha quedado viviendo un ayer que le hace patrón de todo lo que está a su alrededor y, por tanto, sus actitudes para con una mujer liberada son despreciables. En el desarrollo de esa historia particular de una mujer, de pasada tenemos un discurso sobre lo que es Chile en términos políticos y sociales, un debate sobre visiones y modos de ver a una sociedad que ha tenido tantas experiencias políticas y que aun hoy sorprende por la capacidad de reinventarse y superar la voracidad de las clases gobernantes. Hay momentos de contrapunto con escenas reales de las movilizaciones estudiantiles chilenas, en un documental.  El guión es perfecto al crear a ese fabuloso personaje femenino. Por tanto, la cámara se enfoca en Gloria desde la primera secuencia. Es expectante esa mirada de la cámara constante sobre ella, en todos los ángulos, en todos los encuadres. Descubrimos con esas tomas de Gloria a la mujer que se tira al medio del mundo, y aunque vacilante va en frente. La dinámica interna dramática se mantiene siempre en el punto de vista de Gloria, en su visión del mundo y en su modo de salir de ese otro mundo que la aprisiona, una sociedad que la fastidia, la excluye, y al mismo tiempo le reclama su tozudez por reinventarse.  Una acentuada música hace referencia puntual sobre la canción brasileira “Aguas de Marzo”: “Es palo, es piedra, es el fin del camino…”

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