Gran homenaje al admirable legado de Leonor Porcella

Honrar honra. Y cuando se tiene una trayectoria como la recorrida por la compositora Leonor Porcella de Brea, pues sólo resta sentirse más que honrado.

Honrar honra. Y cuando se tiene una trayectoria como la recorrida por la compositora Leonor Porcella de Brea, pues sólo resta sentirse más que honrado.La “Noche del compositor dominicano” que viene celebrando el Teatro Nacional con los auspicios del Ministerio de Cultura, se ha convertido en un acto de gran valía, sobre todo por el peso y el legado de las figuras que hasta el momento han sido homenajeadas en el marco de esta iniciativa. Quienes pertenecen a nuevas generaciones y no tuvieron la oportunidad de ver el repunte de varios artistas que abrazaron las canciones de esta mujer única, entraron en contacto el pasado miércoles con leyendas vivas de la música romántica dominicana.

Con un trío (guitarra, batería y piano) encabezado por el veterano Tito Delgado, transcurrida la parte protocolar, el bar Juan Lockward del Teatro Nacional fue recibiendo a cinco intérpretes que dejaron a los asistentes con el deseo de seguir escuchando una música que no pasa de moda. Antes, Porcella de Brea, que inició su carrera en la música en 1969 cuando Horacio Pichardo le grabó su primera canción, “Cómo dejar de quererte”, habló brevemente para agradecer este gesto del Ministerio de Cultura que, cuando le fue comunicado, “me tomó por sorpresa”.

“Un reconocimiento nos obliga a tener un compromiso mayor para superarnos”, dijo emocionada la homenajeada. “Después de este hermoso encuentro, tendré que apretar mis días y noches a ver cómo lo logro (permanecer en el arte)”, y el público que estuvo en la actividad, en su mayoría viejos amigos, artistas e intelectuales, se puso de pie para ovacionar a la prolífica autora.

De inmediato, Niní Cáffaro –un admirado cantante que también se sabe desempeñar como contertulio– tomó el micróno no para cantar, sino para ir introduciendo a los artistas invitados para cantar una (lamentablemente solo una) canción de la compositora. La voz potente de Rhina Ramírez tronó con la primera pieza: “Por tanto amor”, y luego dejó el escenario improvisado en el bar a otra artista emblemática de la época, Luchy Vicioso, que interpretó una canción que todavía no se ha publicado.

La velada iba tomando cuerpo, el vino hacía lo suyo y Tito Delgado entraba en calor. Cáffaro introdujo a Omar Franco, quien conserva su voz como en los mejores años de su carrera, para cantar “Ven y abrázame”, un gran éxito de Leonor Porcella de Brea. Los aplausos se hicieron sentir y el público paró desilusionado luego de pedir otra, otra interpretación suya que no fue tal. Fueron Sergio Vargas y Sonia Silvestre los reservados para cerrar con broche de oro quizás el momento más disfrutable de estos homenajes.

El Negrito de Villa entonó “Cada vez, otra vez”, canción inmortalizada por el boricua-dominicano Danny Rivera, mientras que Sonia Silvestre engalanó el cierre de la noche con “Dónde podré gritarte que te quiero”, otra de las primeras composiciones de Porcella de Brea. La gente volvió a ponerse de pie para reverenciar a los cinco intérpretes de lujo que honraron las canciones de esta gran autora de la música romántica.

El entusiasmo y la algarabía entre los contertulios se hizo latente mientras todos esperaban que estos artistas volvieran al escenario. No era para menos. Tener hoy día a intérpretes como Sergio Vargas (en otra faceta fuera del merengue), Rhina Ramírez, Luchy Vicioso, Omar Franco y Sonia Silvestre, es para motivo de concierto y no para una probadita que dejó a la gente insatisfecha, en una noche que ya no es sólo para los compositores.

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