No gravar compras por internet

La mayoría de los dominicanos ha expresado indignación a través de las redes sociales y ha pedido al Congreso Nacional rechazar la propuesta de crear más impuestos a las compras por internet por debajo de los 200 dólares que hasta ahora están…

La mayoría de los dominicanos ha expresado indignación a través de las redes sociales y ha pedido al Congreso Nacional rechazar la propuesta de crear más impuestos a las compras por internet por debajo de los 200 dólares que hasta ahora están exentas. De materializarse, se agregaría un 18% a la factura de cualquier artículo comprado por internet.

Se trata de una idea atroz que había sido desechada por el presidente Danilo Medina en el marco de la reforma fiscal y que desde finales de 2012 se consideraba un tema cerrado, pero que ha sido retomada por algunas asociaciones de comerciantes y legisladores que desean privilegiar el interés de un grupo en detrimento del bienestar colectivo.

No se trata únicamente de respetar lo establecido por el DR-Cafta en la materia que claramente prevé esta exención para las compras que no superen los 200 dólares, sino también respetar esta pequeña brecha, el único respiro que tiene el consumidor dominicano ante abusivos márgenes de ganancias de hasta un 400% que tienen muchos comercios locales que hoy exigen este ilegal e injusto impuesto. Cuando en páginas de internet de venta de productos y servicios como Ebay y Amazon cualquiera que accede encuentra cosas al detalle hasta en la décima parte del precio que son vendidas aquí, evidentemente al comerciante que compra al por mayor, que recibe la mercancía en contenedores cuyo costo de importación es mucho más barato que el que se paga por artículos individuales, le resulta todo más económico, lo que revela que el problema real no es de riesgos ni falta de competitividad, sino de falta de voluntad para eliminar los excesos y establecer  precios prudentes.

El sector empresarial, en lugar de rechazar la modernidad, debería aprovecharla y utilizar las ventajas de la tecnología como la posibilidad de vender por internet. En este sentido, los comerciantes dominicanos, en vez de seguir pidiendo dádivas y muletas al Gobierno, deben entrar en la competencia no sólo reajustando sus precios, sino además siendo creativos con herramientas que están a su alcance con mucha facilidad como la creación de tiendas en línea, pero nunca pretender que se instaure una dictadura comercial en la que a los ya exprimidos consumidores se les imponga qué comprar y qué precio pagar.

Las compras por internet no sólo son más baratas, sino que además son cómodas y evitan el pobre servicio que ofrecen muchos comercios locales. Es ridículo pretender que el cliente se adapte al negocio cuando el negocio puede perfectamente adaptarse al cliente.

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