El cambio climático es el responsable de que en los próximos 50 años se produzca una disminución de las lluvias y se incrementen las temperaturas en el país. Para 2050, las temperaturas mínimas aumentarán entre 1°C y hasta 3°C, y hacia el 2070 alcanzarán valores de cambio de entre 2°C y hasta 6°C, con excepción de la provincia de Independencia (Jimaní) que presentará cambios negativos (temperaturas más frías) de entre -1°C y -2°C durante el periodo lluvioso.
Así lo refleja un estudio de simulación de escenarios climáticos realizado en el marco del Proyecto de la Tercera Comunicación Nacional de la República Dominicana (TCNCC) para la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático del Programa de las Naciones Unidas (PNUD) que busca identificar medidas de adaptación en sectores claves de la economía nacional, como la agricultura, el turismo e infraestructuras.
Los pronósticos se basan en un análisis estadístico exploratorio de los registros climáticos diarios históricos de las últimas tres décadas (1984-1993; 1994-2003; 2004-2013) de 12 estaciones meteorológicas en superficie a cargo de la Oficina Nacional de Meteorología (Onamet), que reflejan el comportamiento mensual, interanual o anual de variables como la temperatura máxima, temperatura mínima y la precipitación.
Se intensificarán las sequías
Dicho informe revela que las temporadas secas, que ocurren entre los meses de diciembre y abril, podrán intensificarse aún más hacia el 2050 y 2070. A nivel puntual los modelos coinciden mayormente en una disminución en la lluvia total de hasta 50% respecto a los valores históricos en las provincias de Independencia, Puerto Plata, San Juan y Santiago, así como disminuciones de entre 10 y 30% en provincias como Samaná, Distrito Nacional, Altagracia, Barahona y Hato Mayor.
Mientras que, en la temporada de lluvias, se registrará un aumento súbito en la lluvia total acumulada hacia el 2050 y 2070, principalmente en Herrera, Barahona y San Juan de la Maguana.
En tanto, la precipitación total anual hacia el 2050 disminuirá un 15% al promediarla en todo el territorio nacional, agravándose a valores de 17% hacia el 2070, en comparación con los valores históricos de 1961-1990.
Las regiones del Sur y el Este sufrirán más el estiaje
Las provincias del Sur y Oeste del país serán las más afectadas por la disminución en las precipitaciones hacia el 2050 y 2070, mientras que las provincias del Este y Norte podrían inclusive mostrar hasta pequeños cambios positivos.
La condición de disminución en la precipitación total anual podría acentuarse aún más hacia el 2050/2070 en las regiones de Ozama (18%/20%), Valdesia (17.5%/20%), Enriquillo (17%/20%), Higuamo (16%/18%) y Cibao Sur (15%/17%). Las demás regiones podrían experimentar cambios menores a 15%. Solo un Modelo muestra valores positivos hacia el 2050 en el Cibao Noroeste (1.3%), Cibao Norte (0.9%) y Yuma (0.1%) donde incluso sólo se incrementaría en Yuma (4.5%) hacia el 2070.
“En particular, existe una gran consistencia entre modelos ante cualquier escenario de forzamiento radiativo que hacia el 2050, las temperaturas mínimas serán más cálidas pudiendo ir de valores de 1 hasta 4°C o mayores. No importando el horizonte de tiempo, los sitios o provincias con menores cambios relativos que muestran cambios menores, es decir de entre 1°C a 2°C son Barahona y Distrito Nacional (estación Herrera). Los sitios que podrán registrar mayores cambios en la temperatura con valores de cambio de entre 3°C a 4°C o mayor serán en las provincias de Monte Plata, La Romana, Hato Mayor y San Juan, siendo este último sitio el que presentará cambios más extremos”.
La tendencia
Los resultados del análisis de la información climática histórica registrada entre 1984 y 2013, revelan que las temperaturas mínimas y máximas han subido entre 2°C y 3°C en los valores promedio anuales de temperatura mínima y de 1°C a 3°C en la temperatura máxima, implicando condiciones cada vez más cálidas y un ciclo hidrológico más intensificado.
Según el periodo analizado, ha habido una mayor ocurrencia de eventos extremos de lluvia intensa de entre 20% y 30% mayor a los presentados en las últimas dos décadas entre los meses de mayo a octubre. Sólo en la región Suroeste (estación San Juan) y Sur (Estación A. Herrera) no son claros los cambios e inclusive presentan menos ocurrencia de eventos extremos de lluvias por alrededor del -30% respecto al número de ocurrencias históricas por décadas.
En el estudio se destaca el caso específico de la provincia de Barahona donde existe una gran coincidencia en los resultados sobre una disminución de alrededor del -120% respecto a las presentadas en promedio en las últimas tres décadas.
Deben tomarse medidas en materia de adaptación
En materia de seguridad alimentaria, los impactos negativos del clima van a ocasionar pérdidas de cosechas, pérdidas de suelos ante inundaciones o sequías, así como disponibilidad reducida de productos marinos y forestales. El estudio insiste en que la variabilidad climática histórica puede acarrear graves consecuencias en sectores de desarrollo nacional, como el turismo, la agricultura e infraestructura por lo que recomiendan la diseminación de estos resultados para su aprovechamiento e inserción en la planificación estratégica nacional, tanto del sector gubernamental, educacional como empresarial, de manera que se encaminen todas las acciones necesarias en materia de adaptación para reducir la vulnerabilidad y aumento en la resiliencia climática.
