Cuando Hanley Ramírez ejecuta al nivel que lleva en estos momentos con los Dodgers de Los Ángeles es simple y llanamente uno de los mejores peloteros del béisbol.
Tan bueno como cualquiera. No importa cómo se llame.
Desde 2007 hasta 2009, el nativo de Samaná era una fuerza indetenible en las Mayores con los entonces Marlins de La Florida. Era un espectáculo: en 2007 dio 212 imparables, incluidos 48 dobles y 29 tetrabases, además de robarse 51 bases. Al año siguiente, tuvo 33 cuadrangulares y en 2009 tuvo 24 jonrones con 106 impulsadas y fue el líder de bateo de la Nacional con .342. En cada estación mencionada bateó .300 o más.
Entre las lesiones y la inmadurez, que no perdona, el brillo de su estrella perdió intensidad. Se hablaba más de sus encontronazos que de sus aportes. Si la indisciplina o las situaciones de poco agrado superan el trabajo en el terreno, hay serios problemas.
Pero Hanley en Los Ángeles ha encontrado una especie de fuente de energía especial, ha vuelto a su forma estelar y cuando ha estado en el terreno, le ha recordado al mundo de las Mayores que no se ha desaparecido del mapa.
Es difícil hablar del éxito de los Esquivadores sin el aporte del paracorto. Y ni hablar de cómo ha lucido en la postemporada.
Ha sido un año de golpes de lesiones, aunque también de momentos buenos, como ser parte del conjunto campeón en el Clásico Mundial, y el hecho de recuperar el toque mágico que le hace retomar el escenario como un grande.
Apunte esto
Oakland le ha salido contestón a los Tigres de Detroit, que dependen esta tarde de Doug Fister para evitar la eliminación en su casa… Si Detroit pierde, creo que llegó a su final la era de Jim Leyland en ese equipo…Los Cardenales de RG obligaron ayer a un quinto y decisivo partido…Tampa, con ese espíritu competidor, venció a Boston en un partido dramático y sigue con vida…Joe Maddon se las trae… A veces no entiendo algunas de sus decisiones, pero el hombre no tiene miedo para ejecutar…Así es que se dirige en postemporada.
