Las revoluciones burguesas del siglo 18 trajeron la idea de matrimonio por amor, expresión de libertad individual, en contraste con la cultura de la monarquía. Para el siglo 20 vino la liberación femenina, que marcó la integración de las mujeres al trabajo y así no tener que depender económicamente de un hombre. Ahora es normal, pero antes no. Todo eso, considerado progreso social, ha redundado irónicamente en el fenómeno de la inestabilidad matrimonial que tenemos hoy. Los roles y expectativas conyugales no están claros e impera la lógica, inexistente otrora, de que cuando dos cónyuges dejan de amarse, deben divorciarse. Anteriormente cuando alguien se casaba, sabía qué esperar.
Hasta que la muerte… (2 de 2)
Las revoluciones burguesas del siglo 18 trajeron la idea de matrimonio por amor, expresión de libertad individual, en contraste con la cultura de la monarquía. Para el siglo 20 vino la liberación femenina, que marcó la integración de las mujeres
