Los hechos de violencia y criminalidad cobraron la vida de cinco personas durante el fin de semana, entre ellos una mujer ultimada de 36 puñaladas por su expareja sentimental.En tanto que un comerciante resultó muerto de cinco disparos en un atraco en Santiago. Dos fueron asesinados a cuchilladas y otro se suicidó al hacerse un disparo con una escopeta, en hechos ocurridos por separado en La Vega. En el barrio 27 de Febrero del municipio de Navarrete, Maryeli Francisco, de 28 años de edad, quien vivía en la calle 6, número 1, fue asesinada por su expareja Gregory Antonio Reyes, de 33. Francisco deja una hija de 15 años procreada con otra pareja en condición de orfandad. Según sus familiares, en al menos dos ocasiones la víctima había acudido a la fiscalía para querellarse contra Gregory, quien la había amenazado de muerte, pero nunca le hicieron caso. Maryeli llevaba ocho meses separada de su expareja, quien se resistía a terminar la relación.
Otros casos
En otro hecho, ocurrido en el sector Pueblo Nuevo, desconocidos ultimaron de cinco disparos a Juan Rafael Santana Beltré, de 31 años de edad, durante un atraco. Santana Beltré, quien hace poco se había mudado desde su natal San Pedro de Macorís hacia Santiago, había instalado el centro de baterías Wilkin a sugerencia de su suegro. Rafael Santana, hermano de la víctima, dijo que los delincuentes cargaron con parte del dinero.
En La Vega, donde fueron ultimados a cuchilladas dos hombres, uno identificado como Ángel Manuel Martínez Capellán, de 22 años, asesinado durante una trifulca en las fiestas patronales del sector La Cigua. En tanto que, José Antonio Capellán fue ultimado de varias estocadas en un centro cervecero. Mientras que Domingo Bueno Abreu, residente en Guarey, se quitó la vida la noche del sábado de un disparo.
Al menos tres personas murieron ahogadas
Juan María Polanco Marte, de 35 años, murió ahogado mientras se bañaba en el canal mayor de la comunidad de Damajagua en la provincia Valverde. Otros dos fueron encontrados en la mañana del lunes en las aguas del río Yaque, en estado de descomposición. Aún las autoridades carecen de identificación aunque se presume que fueron ultimados y tirados al río.
