La situación a lo interno del PRSC está tan, pero tan caliente, que hay quienes prefieren decir que está hirviendo. Son tantas las burbujas producidas por la elevación de la temperatura que el mismísimo gallo colorao está sudando frío.
La paciencia y mesura de Carlos Morales Troncoso no parece poder contener la ebullición que toma cuerpo cada vez más entre los estratos dirigenciales de primera, segunda y hasta de tercera generación del partido creado a su hechura por el fenecido presidente Joaquín Balaguer. Mientras tanto, el fuego es alimentado desde fuera con la atracción y captación de cuadros y dirigentes importantes para sumarlos a cualquiera de las dos principales candidaturas presidenciales perfiladas como tales para los comicios de mayo venidero. Flaco servicio que le brindan a esa organización, sus desertores que trabajan cabildeando para uno que otro de los partidos y/o candidatos que están polarizando las preferencias del electorado.
El tiempo corre y la cúpula parece dubitativa, talvez porque no quiere litigar, para la toma de una decisión que señale la ruta para los reformistas. Y en lo que el hacha va y viene, un importante sector maniobra para pactar por debajo de la mesa, en una especie de alianza rosada de nuevo tipo, con toda la amabilidad del mundo. Si siguen por ese camino, con indecisión en las alturas, culebreo en ciertos liderazgos, acercamientos ocultos con las fuerzas que se ven polarizantes, y el barco a todas luces a la deriva, fácil que el PRSC se puede quedar como perico en la estaca, o cuando quiera llegar el sombrero no encontrará la cabeza. Así de simple y sencillo…
Los cables
Uno de los movimientos del “balaguerismo auténtico” tiene todo montado para hacer público su respaldo a Danilo Medina, pero le están bajando presión fuerte con una pegadera de cables de primer orden para que suspenda el acto dizque “para esperar decisiones”. El candidato lo sabe, pero modestamente, a veces no se entienden algunas cosas del reformismo.
