El homenaje a Cuco Valoy, “Santo Domingo All Star Salsa Fest”, quedará acentuado en las páginas de oro de la industria discográfica como uno de los momentos más importantes para la memoria histórica de la música tropical del país.
No solo se trató de un acontecimiento que resaltó a una de las figuras cimeras de la salsa, el son y el merengue, sino también de un espectáculo que dignificó la música tropical de factura dominicana.
Hasta la parte final, el concierto dedicado a Cuco Valoy fue un viaje emocionante, con una puesta en escena ágil, bien coordinada, una escenografía impecable entre luces y sonido.
Los cantantes parecían competir a la mejor entrega, y eso les permitió a Davicito Kada, Chiquito Team Band, Alex Matos, Yanfourd, Michell, Sexappeal, Asdrúbal y El Clasicom sacarle lo mejor a sus breves actuaciones. A Asdrúbal le correspondió la parte más difícil, tratar de levantar al “monstruo” (público) y llevarlo a la pista. Al ritmo de tres temas, entre ellos “Que vuelva”, los fanáticos lo siguieron atentos desde sus mesas, entre tragos y picaderas.
A seguidas, El Clasicom logró un mayor repunte con su salsa urbana que incluyó “La mujer del coronel”, “Una mala” y su más reciente hits, “Yo soy la calle”, logrando los aplausos de los asistentes que comenzaron a «tirarse a la pista». A Yanfourt le recibió un público más entusiasmado, desde que ensalsó con “Si tú no estás”. Mejor resultado le dio “Gracias por hacerme tan feliz”, y de su repertorio inédito alzó más vuelo con su composición “Pirata de amor”.
Desde entonces, la fiesta nunca bajó su ritmo ascendente. Roberto del Castillo, Julio Clemente, Michael Miguel, Michel, Chino Méndez y Eugenio Pérez anunciaban los artistas en cada cambio, frente a la mirada del ideólogo del concierto Luis Medrano.
La Chiquito Team Band agitó aún más la pista con “Lejos de ti”, “Corazón salvaje”, “Vuelve vida mía” y “La llamada de mi ex”. David Kada sonó como en sus mejores tiempos, con una orquesta de sonido impecable. Alex Matos se fue a lo seguro y echó mano a su más conocidos exitos, entre ellos “Lo malo se va bailando”.
Sexappeal santiguó la fiesta con “Mi morena”, “Canta corazón” y “A escondidas”, temas que lo ubicaron como una de las más exitosas propuesta de la jornada.
Michell El Buenón se sirvió a su antojo. Más que cantante es todo un personaje en escena. Seduce con su salsa, arma a su estilo un show que es capaz de minimizar a cualquier propuesta por su gracia, chispa y manejo del escenario, al que endulza con sus sólidas interpretaciones.
A Milly Quezada le correspondió finalizar con una intensa actuación la parte individual de los invitados. Con el piano del maestro Ramón Orlando, “La Reina del Merengue” rindió tributo en tiempo de salsa a la inolvidable Celia Cruz, con piezas como “Yo viviré”, “Carnaval” y “La negra tiene tumbao”.
El piano, herencia familiar
El final se reservó para el protagonista de la noche, Cuco Valoy, quien en compañía de su hijo Ramón Orlando (en el piano) y Henry García, rindió un espectáculo fuera de serie, recordando los mejores tiempos de “La Tribu”, con piezas como “Juliana”, “Nació varón”, “El juicio”, “Mentirosa”, “Pasito colombiano” y “Micharén”. Recibió dos reconocimientos de los ministerios de Cultura y Turismo, por sus aportes musicales, que le llenaron de emoción. Sin embargo, el momento más emotivo fue cuando Cuco interpretó una de sus canciones acompañado en el piano por su nieto Orlandito. Por momentos, Cuco se separó del micrófono debido a la intensa alegría al ver a su nieto tocar.
