TEGUCIGALPA (AP).– Tras casi tres meses de intenso trabajo, la fuerza naval sacó del Caribe un navío semisumergible interceptado en julio en aguas de Honduras con 7,5 toneladas de cocaína procedente de Colombia y rumbo a Estados Unidos.
«La experiencia de los buzos que participaron en la operación hizo posible este logro», dijo el ministro de Defensa, Marlon Pascua. «Se trata del primer submarino detectado en el país que será exhibido (en un lugar que no determinó) como recuerdo de este hecho histórico».
Patrulleros de Estados Unidos y Honduras interceptaron el 13 de julio al pequeño submarino y arrestaron a sus cinco tripulantes, cuatro colombianos y un hondureño, poco después que éstos huían con dos fardos de cocaína en una balsa inflable e inundarlo para que la carga se diluyeras en el agua, lo que no ocurrió.
La embarcación quedó a unos 15 metros en el fondo del Caribe frente a la comunidad costera de Raya, a unos 500 kilómetros al noreste de Tegucigalpa. Raya está en la provincia de Gracias a Dios, fronteriza con Nicaragua.
Pero la corriente marina movió el sumergible del lugar y luego de una semana de búsqueda con apoyo de buzos y aviones estadounidenses, los militares hondureños lo localizaron a casi un kilómetro del sitio donde se hundió. Desde entonces, las autoridades intentaron sacarlo a flote.
Pascua aseguró que «usamos muchos procedimientos para extraer la nave del fondo del mar».
Uno de ellos consistió en inflar dentro de la nave bolsas grandes de plástico para intentar levantarlo a la superficie.
«Fueron varias pruebas… y al final se detectó que no estaba vacío: tenía siete toneladas de láminas de plomo para evitar que la droga se detectara (por radares). Fue un proceso lento y exitoso», manifestó Pascua el sábado a la edición digital del diario La Prensa
