Hora de decisión

“Ya no me quedan opciones, tengo que hacerlo”, me respondía un ser querido al enfatizarle su pérdida de tiempo en emprender un cambio muy relevante. Varió circunstancialmente sus objetivos y pasado un tiempo de tropezones y rezagos, reconocía&#823

“Ya no me quedan opciones, tengo que hacerlo”, me respondía un ser querido al enfatizarle su pérdida de tiempo en emprender un cambio muy relevante. Varió circunstancialmente sus objetivos y pasado un tiempo de tropezones y rezagos, reconocía que postergó su principal meta debido a vacilaciones paralizantes. Situaciones presentes le compelen a actuar ahora o nunca, otras perspectivas se le agotaron. Obra divina que el vernos al límite funcione como sacudida para reaccionar sobre conquistas aplazadas. Como un prodigio, en tiempos más duros aflora nuestro verdadero poder. Sacamos de abajo y decidimos que llegó el momento de ir por lo que queremos. Nunca es más oscura la noche que cuando va a amanecer.

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas