Santiago. A la deuda millonaria del Hospital Infantil Arturo Grullón con suplidores, se agrega la falta de equipos y el tomógrafo que lleva un año dañado.También los nebulizadores explotaron y de 14 ventiladores, solo cuatro están funcionando. En tanto que la deuda total asciende a 61 millones por concepto de compra de medicamentos, oxígeno, material gastable y combustible para calderas y plantas eléctricas, pero el centro solo recibe nueve millones de pesos al mes. De esa cifra, el 40 por ciento debe ser entregado a Promese por el envío de medicina que muchas veces no es la que se requiere para los pacientes, por lo que el presupuesto prácticamente les queda en cinco millones 700 mil pesos.
Una auditoría enviada a hacer por las autoridades del centro de salud, establece que para que el hospital funcione en toda su capacidad se requiere de un presupuesto mensual de 21 millones de pesos.
Dificultades
La directora del Arturo Grullón, Rosa María Morel, reveló que el presupuesto anual es de 90 millones de pesos, repartidos en cuotas de 10 meses, pero la irregularidad para desembolsarlo es tal, que el primer cheque llegó en febrero y el tercero el pasado jueves. Reconoce que esas dificultades de recursos han provocado que en varias ocasiones el crédito sea suspendido por los suplidores.
“Una de las situaciones que suceden y por la cual tenemos que acudir a los suplidores, es que cuando hacemos un pedido a Promese, casi nunca tienen lo que solicitamos”, apuntó Morel. Mensualmente, el hospital atiende ocho mil consultas, pero una gran parte del dinero recibido se va en las cuatro mil emergencias. De las 240 camas con que cuenta, casi siempre están ocupada.
“Aquí se practican hasta 200 cirugías al mes y se atienden a 500 niños extranjeros y muchas veces ofrecemos entre 20 a 30 mil pruebas de laboratorios y por ninguno se cobra”, dijo.
Hay precariedad de equipos y de espacio
El Arturo Grullón cuenta con 900 empleados y de estos 460 son nominales y el resto son médicos, enfermeras y administrativos. Morel dijo que ante la estrechez, muchas veces han tenido que trasladar pacientes hacia el área de urgencias médicas. Los empleados nominales también se han sumado a las quejas por la falta de equipos para ofrecer un buen servicio a los pacientes.
